El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuvo este viernes una conversación telefónica con su homólogo chino, Xi Jinping, en la que buscó hacer presión para que China se distancie de Rusia tras la invasión a Ucrania. Se tenía previsto que el mandatario estadounidense le advertiera de las consecuencias de ayudar al Kremlin.
Un conflicto “no es del interés de nadie”, dijo Xi Jinping, a su homólogo estadounidense, según declaraciones citadas por la televisión china. El líder chino dijo que su país y EE.UU. comparten una responsabilidad para contribuir a la paz mundial.
Durante la llamada, Xi Jinping resaltó que China y Estados Unidos tienen que “asumir” sus “responsabilidades internacionales”, según informó la televisión china.
“Como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y como las dos principales economías mundiales, nos incumbe no sólo llevar las relaciones sino-estadounidenses por el buen camino, sino asumir nuestras responsabilidades internacionales y trabajar para la paz y la tranquilidad en el mundo”, añadió Xi según citó la cadena CCTV.
“La crisis ucraniana no es algo que quisiéramos” que ocurriera, agregó Xi.
Durante la entrevista, estaba previsto que Biden llamara al mandatario chino a tomar distancia con el presidente Vladimir Putin, cuyas tropas invadieron Ucrania el 24 de febrero.
Desde esa fecha, China ha evitado condenar la invasión rusa y ha responsabilizado del conflicto a la OTAN.
Según un breve documento difundido por la cadena pública CCTV, el presidente chino alertó que “las relaciones entre estados no pueden llegar al enfrentamiento armado”.
“Los conflictos y los antagonismos no benefician a nadie. La paz y la seguridad son los bienes por los que la comunidad internacional debería interesarse más”, declaró por su parte el presidente de Estados Unidos.
Esta reunión, es la cuarta que ambos mandatarios sostienen desde que el demócrata de 79 años asumió la presidencia de Estados Unidos, comenzó a las 13H03 GMT (09H03 hora local) y duró dos horas, según la Casa Blanca. Biden habló con él desde la “Situation Room”, una sala ultrasegura de la Casa Blanca desde donde Estados Unidos lleva a cabo las operaciones más arriesgadas y las negociaciones más difíciles.
Una conversación fundamental
Wendy Sherman, número dos de la diplomacia estadounidense, explicó el viernes en CNN el objetivo de la conversación: “Queremos que el Partido Comunista Chino, que es una potencia muy importante en la escena internacional (…) entienda que su futuro está con Estados Unidos, con Europa, con otros países desarrollados y en desarrollo. Su futuro no es apoyar a Vladimir Putin”.
Unas declaraciones conciliadoras, tras otras en un tono más amenazante realizadas el jueves por el secretario de Estado, Antony Blinken.
“Nos preocupa que contemplen ayudar directamente a Rusia con equipo militar que se usaría en Ucrania”, declaró Blinken a la prensa, señalando que en su charla con Xi Biden “le dejará claro que China asumirá la responsabilidad por cualquier acción destinada a apoyar la agresión rusa y que no dudaremos en imponerle costes”.
Es la advertencia más clara emitida por Estados Unidos desde el comienzo de la invasión de Ucrania, pero ya había criticado a China por su “alineamiento” con Rusia.
Para Joe Biden, las dos superpotencias compiten a nivel económico y estratégico, pero deben dialogar para que esto no sea un factor de caos a nivel internacional. Pero si China apoya abiertamente a Rusia, con entrega de armas o acuerdos económicos y financieros que le permitan eludir parcialmente las duras sanciones occidentales su posición cambiaría.
“Amistad sin límite”
Desde el comienzo de la invasión rusa el 24 de febrero, el régimen comunista chino, que mantiene una estrecha relación con Rusia, —con la que comparte una profunda hostilidad hacia Estados Unidos—, se ha abstenido de pedir al presidente ruso, Vladimir Putin, que retire sus tropas de Ucrania.
Pero la “amistad sin límite” profesada por Pekín y Moscú está en entredicho por la guerra, y el gobierno del presidente Xi Jinping parece sorprendido por la resistencia ucraniana y la dureza de las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados para aislar a Rusia de los intercambios económicos y financieros mundiales.
Xi Jinping “debe arbitrar entre varias prioridades. Concede gran importancia a la asociación con Rusia, pero no quiere socavar las relaciones con Occidente”, de las que China depende “para su acceso a ciertas tecnologías avanzadas”, explica a la AFP Ryan Hass, un experto del Brookings Research Institute y exasesor del presidente estadounidense Barack Obama sobre China.
“Los intereses de China y Rusia no están alineados. Putin quiere dinamitar el sistema internacional mientras que el presidente Xi se ve a sí mismo como el artífice de un nuevo orden internacional”, añade.
Con información de El Comercio Perú