Cuba reconoció este jueves que enfrenta un «pequeño retraso» en el proceso para obtener el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para sus vacunas contra el COVID-19, de las cuales ya produjo más de 80 millones de dosis.
«El pequeño retraso que hemos tenido en nuestra estrategia de presentarlo a la OMS ha sido por un elemento interno nuestro, que hemos decidido pasar a una nueva planta (de producción) y que esa sea la que se someta a un proceso» de precalificación, dijo en conferencia de prensa Eduardo Martínez Díaz, director de la estatal BioCubaFarma, fabricante de la vacuna Abdala.
Martínez precisó que en marzo BioCubafarma informó a la OMS el cambio del lugar de producción de las vacunas cubanas de las plantas actuales a un nuevo complejo construido en Mariel, 50 kilómetros al oeste de La Habana, inaugurado en diciembre y aún «en proceso de ajuste y puesta en marcha».
«Eso conlleva un retraso en la documentación» y «es uno de los elementos que nos ha llevado a que el proceso sea más lento», añadió.
La autoridad regulatoria de Cuba ha autorizado hasta la fecha el uso de emergencia de las vacunas anticovid Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, mientras los científicos locales avanzan en los ensayos finales de otros dos candidatos: Soberana 01 y Mambisa, esta última la única que se administra mediante un spray nasal.
Abdala y Soberana, en sus dos versiones, son las que han tenido mayor uso nacional y en otros países como Venezuela, Nicaragua y Vietnam.
Martínez precisó que hasta la fecha, el país ha producido «más de 80 millones» de dosis de sus vacunas, de las cuales «más de 70 millones» ya fueron aplicadas dentro o fuera del país.
Fuente: RPP