Dos decretos publicados por el oficialismo podrían marcar un cambio de rumbo en beneficio de la producción nacional. Las quejas de los productores nacionales en torno a la política de importación impulsada por la administración de Nicolás Maduro fueron escuchadas finalmente.
Desde julio de 2018, el Gobierno llevó adelante una política de exoneración de aranceles a bienes importados. En un principio, se aplaudió este mecanismo como una estrategia para remediar los graves problemas de desabastecimiento que padecía Venezuela entre 2015 y 2017.
La escasez de productos se superó, pero la política de importación dejó nuevas cicatrices en la economía venezolana al perjudicar a la industria y, por lo tanto, a la producción nacional.
A partir de 2019, el Gobierno decidió eliminar la exoneración para una gran cantidad de materias primas que utilizaba la industria nacional, mientras que mantuvo las facilidades para importar productos terminados que no pagarían aranceles, ni Impuesto al Valor Agregado (IVA) u otros compromisos tributarios.
Desde entonces, los productores nacionales han resaltado su rechazo por esta política. La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) ha mantenido una crítica constante a esta medida, denunciando que genera una «competencia desleal» frente a la producción nacional.
«El consumidor obviamente va a ir por un producto de buena calidad y más barato importado, pero no porque sea competitivo, sino porque no paga tributos. En Venezuela pagas Impuesto Sobre la Renta (ISLR), Impuesto al Valor Agregado (IVA), impuestos municipales, de ciencia y tecnología, deportes, entre otros. La mercancía que traes de otro país apenas paga ISLR. No existe competencia», razonó.
Hasta marzo de 2022 el Gobierno mantuvo sus exoneraciones a 4.485 códigos arancelarios, pertenecientes a diferentes bienes terminados de consumo. En otras palabras, 4.485 productos que compiten deslealmente contra los nacionales.
La situación cambió con la publicación de los decretos Nº 4.683 y 4.684, publicados en Gaceta Oficial durante la primera semana de mayo. El primer documento hace referencia a una ampliación de la exoneración arancelaria, mientras que el segundo determina una serie de modificaciones al arancel de aduanas.
El decreto Nº 4.683 no es más que una prórroga de los decretos previos que normaban la exoneración de aranceles a bienes de importación. La gran diferencia es que esta vez se redujo de 4.485 códigos arancelarios a 3.223. Es decir, se eliminó la exoneración para 1.262 bienes, que ahora deberán pagar sus aranceles correspondientes.
Entre los códigos arancelarios incluidos hay algunas diferencias. Los primeros 2.119 bienes no pagarán ni impuesto de importación ni IVA. En la lista figuran rubros alimenticios, instrumentos de medición, material eléctrico, herramientas, entre otros.
Con información de Tal Cual.