La Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó que anualmente unos tres millones de trabajadores mueren a causa de accidentes y enfermedades profesionales, y que cientos de millones más sufren lesiones no mortales en su lugar de trabajo.
Por ello, la organización realizó un informe para aprender de las lecciones logradas durante pandemia podría ayudar a prevenir millones de muertes y accidentes laborales.
“Durante la pandemia, los gobiernos que priorizaron la participación de las organizaciones de empleadores y de trabajadores en la gobernanza de las medidas de Seguridad y Salud en el Trabajo pudieron desarrollar y aplicar leyes, políticas e intervenciones de emergencia”, destaca el informe.
La cooperación entre los diferentes actores del ámbito laboral resultó fundamental para garantizar la aceptación de esas medidas y que contaran tanto con el apoyo de los empleadores como de los trabajadores.
Como resultado, muchos países han adoptado medidas legales que cubren ámbitos como las medidas de prevención y la atención de los casos de COVID-19 en el lugar de trabajo, o los acuerdos de teletrabajo.
A modo de ejemplo, los cambios en las normas de vacunación en Singapur se produjeron tras consultas y debates entre el gobierno, los empresarios y los trabajadores, mientras que, en Sudáfrica, se celebraron diálogos tripartitos con los mismos actores para modificar las medidas dirigidas a la propagación de la COVID-19 en los lugares de trabajo.
Sin embargo, en algunos países, estas negociaciones a tres bandas continuaron con nuevas consultas a nivel regional o sectorial, para poder adaptarlas al contexto específico.
Así, los sindicatos y las patronales finlandesas colaboraron con el Gobierno en la elaboración de medidas específicas para los sectores del turismo y la restauración, mientras que los interlocutores sociales del sector bancario en Italia crearon normas específicas sobre el teletrabajo en las que se contempló el derecho a la intimidad y a la desconexión laboral.
Los organismos tripartitos nacionales de medidas de Seguridad y Salud en el Trabajo también han desempeñado un papel importante en la lucha contra el COVID-19.
Durante la pandemia, muchos participaron en el proceso de toma de decisiones a nivel nacional. También han participado en la definición de medidas de cierre y restricción, estrategias de retorno al trabajo y otras instrucciones u orientaciones destinadas a mitigar los impactos.
El informe cita el ejemplo de países como Guatemala donde la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo se reunió virtualmente durante los primeros meses de 2020 para proponer mecanismos de medidas de Seguridad y Salud en el Trabajo.
“Las lecciones aprendidas de esta crisis sobre la importancia del diálogo social para reforzar la seguridad y la salud a nivel nacional y en el lugar de trabajo deben aplicarse a otros contextos. Esto ayudaría a reducir el nivel inaceptable de muertes y enfermedades laborales que se producen cada año», afirmó el director general de la OIT, Guy Ryder.
Con información de Finanzas Digital