Al menos diecinueve niños y un profesor murieron este martes por disparos de un joven de 18 años que irrumpió en un colegio de primaria en la localidad de Uvalde en Texas, EE.UU., donde el atacante fue asesinado en un enfrentamiento con la Policía.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas informó a los medios de que 19 niños y un adulto perdieron la vida en el tiroteo en el centro Robb Elementary School.
Según los datos ofrecidos por las autoridades, el agresor, Salvador Ramos, de 18 años, irrumpió con un arma de mano, y posiblemente con un rifle, sobre las 11.37 hora local en el colegio de Uvalde, a unas 83 millas de San Antonio.
Por su parte, el jefe de Policía del Distrito Escolar de Uvalde, Pete Arredondo, indicó en otra rueda de prensa que en este punto de la investigación creen que el agresor actuó solo en este crimen «atroz».
Arredondo precisó que en Robb Elementary School estudian menores de entre 7 y 10 años.
El diario The New York Times, que ha consultado los registros del centro educativo, señaló que el 90 % del alumnado es latino.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, explicó en una rueda de prensa que el agresor, residente en Uvalde, dejó su vehículo fuera de la escuela y ya dentro «disparó y mató de manera horrible e incomprensiblemente a 14 estudiantes y a un profesor», de acuerdo con un primer recuento de víctimas.
El centro sanitario Uvalde Memorial Hospital apuntó en un comunicado en Facebook que hay trece heridos que fueron trasladados a sus instalaciones en ambulancias o autobuses, mientras que dos de las víctimas mortales fallecieron a su llegada al hospital.
Otro centro médico, University Health, tuiteó que está atendiendo a cuatro pacientes heridos por los disparos en ese colegio, una mujer de 66 años y una niña de 10 años, que se encuentran en estado grave, y a otras dos menores, también de 10 años, cuya condición es buena.
Abbott añadió en su comparecencia ante los medios que hay informaciones de que el presunto autor del tiroteo habría disparado contra su abuela antes de ir al colegio.
«No tengo más información sobre la conexión entre esos dos tiroteos», concluyó Abbott, quien no ofreció detalles sobre el estado de salud de la abuela del agresor.
El responsable político afirmó que, de acuerdo con los datos de que dispone, el atacante era estadounidense y estudiante del instituto de secundaria de Uvalde.
Se da la circunstancia de que el republicano Abbott es una firme defensor de las armas de fuego y en 2021 firmó una serie de leyes estatales que convirtieron a Texas en un «santuario» para este tipo de armamento.
Por otra parte, en un discurso a la nación inmediatamente después de llegar de una gira por Asia y tras saber del tiroteo, el presidente de EE.UU., Joe Biden, se pregunto cuándo su país se plantará ante el «lobby» de armas.
«Como nación nos tenemos que preguntar cuándo en el nombre de Dios vamos enfrentarnos a los grupos de presión a favor de las armas, cuándo en el nombre de Dios vamos a hacer lo que en el fondo sabemos que hay que hacer», lamentó Biden, visiblemente afectado, en un discurso en la Casa Blanca.
El mandatario insistió en la necesidad de convertir «el dolor en acción» y tener la «valentía» de enfrentarse a dichos grupos de presión: «Por cada padre, por cada ciudadano de este país, tenemos que dejar claro a cada cargo electo de EE.UU. que es el momento de actuar», repitió.
Biden ordenó que las banderas del país ondeen a media asta en la Casa Blanca y en todos los edificios federales, instalaciones militares y buques de guerra hasta la puesta de sol del próximo 28 de mayo.
Se trata del tiroteo más letal en EE.UU. en lo que va de 2022 y ocurrió diez días después de que diez personas fallecieran por disparos en un supermercado en Búfalo (Nueva York) en un ataque con motivaciones racistas.
El de este martes es el segundo tiroteo en un centro escolar más mortífero de la última década, después del ocurrido en 2012 en la escuela de Sandy Hook en Newton, donde 26 personas murieron.
El tercero más letal es el de 2018 en el instituto secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida), donde hubo 17 fallecidos.
Con información de La Verdad.