Latinoamérica es una de las regiones donde se está recuperando mejor el tráfico aéreo tras la pandemia, alcanzando un 85 % del nivel de 2019, y donde tiene un futuro prometedor, pero también una debilidad, que son sus infraestructuras aeroportuarias y los accesos a ellas, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
En muchos aeropuertos de la región «ya nos enfrentábamos a limitaciones de capacidad antes de que estallara la crisis sanitaria y, dado que ahora vemos un crecimiento bastante sustancial, debemos asegurarnos de que los proyectos de infraestructura esenciales para que la aviación prospere se desarrollen según lo planeado», señala en una entrevista con EFE el vicepresidente regional de la IATA para las Américas, Peter Cerdá.
El directivo espera que algunos países de la región lleguen este año al nivel de 2019, aunque reconoce que la recuperación se podría ver perjudicada o demorada por el precio del combustible, así como por los impuestos y las tarifas que están introduciendo algunos países al turismo y a la aviación.
Pese a ello, la recuperación del sector en Latinoamérica va por «buen camino» y es importante aprovechar el verano para intentar recuperar más tráfico, porque septiembre y octubre son meses más complejos, subraya.
Ya se puede viajar desde Alaska hasta Tierra del Fuego, en la mayoría de los casos sin ningún tipo de restricción o normativa, a excepción de Chile, que todavía no ha eliminado la totalidad de los procedimientos de la covid-19.
No obstante, hay que trabajar aún más la conectividad interregional dentro de Latinoamérica y al Caribe, mientras que la que hay tanto con América del Norte como con Europa es «fantástica», apunta.
¿HASTA DÓNDE SE PUEDE LLEGAR CON LAS INFRAESTRUCTURAS ACTUALES?
La recuperación de la covid está siendo muy rápida y lo que se debe hacer ahora es ver hasta dónde se puede llegar con las infraestructuras actuales y qué se necesita para poder ir creciendo, indica.
A su juicio, el sistema aeroportuario concesionario no lo puede hacer solo, sino en colaboración con las aerolíneas, porque son las que pueden indicar cuál será el crecimiento en el futuro.
Por ello, aboga por proyectos de construcción hechos con inteligencia y transparencia, que sean buenos para el consumidor y prácticos para las aerolíneas.
En el caso de México, por ejemplo, se ha construido un aeropuerto nuevo dentro de la zona metropolitana de la Ciudad de México (Felipe Ángeles, en la base militar de Santa Lucía), que tiene un gran potencial y el Gobierno del país quiere incentivar a las aerolíneas para que pongan más vuelos internacionales.
Pero un aspecto es la infraestructura y el sistema aeroportuario, y otro, muy crítico, los accesos al aeropuerto, pues en una ciudad tan grande y compleja como México, con tanto tráfico, se requieren varias vías de transporte por carretera para poder llegar y también un sistema de metro o tren.
La distancia de 40 kilómetros no es un problema porque hay aeropuertos como Múnich (Alemania), Seúl o Tokio que están fuera de la ciudad, pero cuentan con vías de acceso muy eficientes y es lo que no tiene la capital de México.
Algo similar está pasando en Perú, donde quieren hacer un aeropuerto con dos terminales, la nueva no tendrá acceso al metro y «el fallo que vemos en muchos casos es que el concesionario hace su proyecto y no cuenta con las aerolíneas ni con los propios municipios», advierte.
IBERIA Y AIR EUROPA
En cuanto a la compra de Air Europa por parte de Iberia, ha comentado que lo importante, conjuntamente o por separado, es que las dos compañías españolas tienen «un compromiso muy importante y cercano con Latinoamérica para seguir incrementando la conectividad y eso no va a cambiar con fusión o sin fusión».
Si la operación permite que el aeropuerto de Madrid se fortalezca como un centro de conexiones y una mayor conectividad hacia otras partes del mundo, como Asia u Oriente Medio, es positivo.
Hoy en día, muchos pasajeros de Latinoamérica que tienen que viajar a África, Oriente Medio o Asia, lo hacen por Doha, Dubai, París, Fráncfort o Londres.
Y si en el futuro se ven compañías españolas creciendo hacia Asia y Oriente Medio, eso marcará también la progresión de Latinoamérica, porque para muchos de los puntos de origen de la región hacia Europa la entrada más importante es a través de España.
Con información de Agencia EFE