La fiscal Cecilia Incardona podría imputar este martes al piloto del avión Boeing 747 iraní-venezolano Gholamreza Ghasemi, luego de confirmarse su vinculación directa con las Fuerzas Quds, la división de la Guardia Revolucionaria de Irán especializada en operaciones de inteligencia y con la organización terrorista Hezbollah.
En la causa se investiga si hay un delito o no. Aún no está formalizada alguna imputación concreta, pero la situación del avión que aterrizó en Buenos Aires podría cambiar en las próximas horas. El caso se encamina a saber si Ghasemi cumplía o no tareas de inteligencia en la región o si financiaba actividades terroristas.
El informe que presentó hace algunos días el FBI le permitirán a Icardona y al juez Federico Villena, que lleva más de una semana investigando los posibles vínculos de la tripulación con el terrorismo internacional, avanzar en la imputación formal contra Ghasemi por sus vínculos con organizaciones terroristas.
El avión en cuestión, el Boeing 747 Dreamliner de carga, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
El presidente argentino, Alberto Fernández, subrayó el sábado que no existía ningún tipo de restricción sobre la tripulación de la aeronave, integrada por 5 iraníes (entre ellos, Ghasemi) y 14 venezolanos, cuyos pasaportes fueron retenidos por parte de la Justicia, e insistió en que el Ejecutivo actuó rápidamente en este caso.
Con información de El Pitazo.