Organizaciones sociales marcharon este miércoles en todo Argentina para pedir un «salario básico universal» pagado por el Estado para paliar la situación social en el país, que padece altos índices de inflación y pobreza.
La jornada de protestas incluyó la encabezada en el centro de Buenos Aires por opositores movimientos sociales de izquierda liderados por el Polo Obrero, que marcharon al céntrico Obelisco para demandar la «universalización» de los planes sociales, un refuerzo del salario que reciben quienes cobran esos planes y comida para los comedores populares.
Las demandas de la marcha -que implica 50 concentraciones en las principales rutas del país- es por un «salario básico universal», una prestación mensual no contributiva equivalente a la canasta básica alimentaria, que en Argentina define el límite de la indigencia.
También, por un aumento salarial generalizado para empleados públicos y privados, para los jubilados que cobran los valores más bajos y el pago de un aguinaldo para los integrantes de los planes sociales.
Esta marcha es promovida entre otras organizaciones, por el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), liderado por Juan Grabois, pese a estar aliado con la coalición oficialista Frente de Todos, en especial con las filas de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
El Gobierno de Alberto Fernández negó la posibilidad de poder pagar el salario básico universal, ante el costo fiscal de la medida, luego de que diputados referentes de la agrupación liderada por Grabois dentro del oficialista Frente de Todos presentaran un proyecto de ley para implementarlo y de que fuera avalado por la vicepresidenta.
En la marcha en el entorno de la ciudad de Buenos Aires, en el Puente Pueyrredón, Grabois dijo a los medios que las medidas de fuerza seguirán «todas las semanas hasta que se resuelva el problema social en Argentina».
Argentina atraviesa una frágil situación económica y financiera, con una inflación del 64 % anual a junio pasado, una pobreza que ya era de 37,3 % de la población y una indigencia del 8,2 % a fines del año pasado e incertidumbre política para estabilizar la macroeconomía.
Las marchas de las agrupaciones sociales de izquierda se han vuelto constantes en Argentina, ante el deterioro de la situación social y en contra del ajuste acordado en el programa firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en marzo pasado, generando debates sobre el derecho a cortar la circulación.
El dirigente del Polo Obrero Eduardo Belliboni justificó en diálogo con Efe, ambas protestas porque «hay una situación dramática» en Argentina y «casi 50 % de pobres» mientras el país cumple con el programa con el FMI: «Se están priorizando los intereses financieros internacionales y no la enorme necesidad popular».
Al mismo tiempo, ha ido en aumento en Argentina el debate sobre el papel de las organizaciones sociales, entre denuncias por el presunto manejo irregular de los recursos estatales por algunos de los responsables de estas entidades y la necesidad de evitar o no la intermediación en el manejo de los planes sociales.
#AHORA | Organizaciones sociales y sindicales concentran en Avellaneda para marchar hacia el Puente Pueyrredón.
La #JornadaDeLucha es para exigir el #SalarioBasicoUniversal para todxs lxs trabajadorxs, y #AumentoDeEmergencia pic.twitter.com/SbQIJLZHHb
— Canal Abierto (@canalabiertoar) July 20, 2022
Con información de 800 Noticias.