Fuerzas separatistas apoyadas por el ejército ruso afirmaron que habían rodeado «totalmente» Lisichansk, en el este de Ucrania, la última ciudad importante que aún no está bajo su control en la provincia de Lugansk. «La milicia popular de Lugansk (ejército separatista) y las fuerzas armadas rusas ocuparon las últimas posiciones elevadas estratégicas, lo que nos permite afirmar que la localidad de Lisichansk está totalmente rodeada», indicó un representante del ejército separatista de Lugansk, Andrei Marotchko, citado por la agencia de noticias TASS.
Trampa cerrada
En el mismo sentido, el jefe de Chechenia y que combate en el terreno para Moscú, Ramzan Kadyrov, dijo que bloquearon todas las entradas y salidas de la ciudad. «La trampa se cerró, Lisichansk está completamente rodeada por fuerzas aliadas. Vale la pena suponer que pronto comenzará un ataque a gran escala contra la ciudad. El enemigo, a su vez, no tiene adónde ir, ya que todas las entradas y salidas están bloqueados», escribió en su canal de la red de mensajería Telegram.
Sin embargo, el vocero de la Guardia Nacional de Ucrania, Ruslan Muzychuk, aseguró que «los combates son intensos» en la localidad, pero «no está rodeada y se halla bajo control del ejército ucraniano».
La ciudad gemela de Lisichansk, Severodonetsk, separada por el río Donets, cayó en manos de los rusos la semana pasada después de que las tropas ucranianas se retiraran tras semanas de batalla. La toma de Lisichansk permitiría a los rusos avanzar hacia Sloviansk y Kramatorsk, otras dos ciudades relevantes de la región industrial del Donbass.
Cohetes
Justamente en Sloviansk, unos 60 kilómetros más al oeste, un disparo de cohete alcanzó varias casas, matando a una mujer en su jardín e hiriendo a su marido. Pavlo Kyrylenko, gobernador de Donetsk, la otra provincia que compone la región de Donbass, manifestó que desde el viernes por la mañana murieron cuatro civiles y 12 resultaron heridos en esa localidad.
Por otra parte, autoridades ucranianas confirmaron hoy que recuperaron el control de la estratégica isla de Serpientes, ubicada en el mar Negro y tomada hasta hace poco por Rusia. La administración militar regional de Odesa informó que despejaron la isla del equipo y armas que dejaron las fuerzas rusas en su retirada, entre ellos un lanzacohetes múltiple Grad, un sistema de misiles y cañones antiaéreos Pantsir-S1, tres vehículos blindados y de motor, un camión cisterna y un almacén con otros equipos.
El Kremlin anunció hace dos días que se retiraba del territorio ubicado frente a la ciudad de Odesa como gesto de «buena voluntad», pero las Fuerzas Armadas ucranianas dijeron que los militares escaparon en dos lanchas tras fuertes ataques con artillería y con misiles. Cerca de ahí se encuentra el poblado de Sergiyvka, donde ayer al menos 21 personas murieron y decenas resultaron heridas por un ataque de misiles que, según las autoridades ucranianas, impactaron un edificio de departamentos y un centro recreativo.
Con información de Página12.com