Nuevamente Guayaquil, Ecuador, es epicentro de una tragedia por parte de los grupos armados al margen de la ley. En esta ocasión, fue un tiroteo el que irrumpió en la paz de la ciudad, exactamente en un sector de Flor de Bastión, al norte de la urbe.
A causa de la balacera, tres personas fallecieron en pleno estado de excepción decretado por el presidente Guillermo Lasso el pasado domingo 14 de agosto tras presentarse una explosión que dejó 17 heridos y cinco muertos.
“En el barrio Flor de Bastión, de Guayaquil, cuatro delincuentes asesinaron a tres personas cerca del mediodía bajo modalidad sicariato. Con el Estado de Excepción, la Policía de Ecuador ingresó de inmediato al lugar para recoger indicios; en las próximas horas se dará más información”, se lee en la cuenta oficial de Twitter del Ministerio del Interior ecuatoriano.
Minutos más tarde, el jefe de la misma cartera, Patricio Carrillo, informó citando el trino anterior que también se habían arrestado cinco hombres de grupos de delincuencia organizada, sin embargo no aclaró si fueron los mismos que perpetraron el sicariato.
Además, afirmó que es posible que los criminales se encontraran enviando un mensaje a la que sería su competencia en negocios relacionados con la droga.
“Los criminales reaccionan ante incautaciones y detenciones que hace la Policía de Ecuador castigando a quienes ‘fallan’ al perder su bien más preciado: la droga; y, envía mensajes a su competencia. Se aprehendió a 5 sujetos que pertenecerían a grupos de delincuencia organizada”, indicó Carrillo.
Cabe resaltar que apenas el pasado domingo el presidente Lasso había informado que pretendía poner el estado de excepción en Guayaquil, con el fin de restablecer el orden y la seguridad en la ciudad, sobre todo, en el sector de Cristo del Consuelo (lugar de la explosión).
“He declarado en Estado de Excepción a la ciudad de Guayaquil debido a los sucesos delictivos dados en las últimas horas. Se dispondrá de toda la fuerza pública para restablecer el control de la ciudad. No permitiremos que el crimen organizado pretenda manejar al país”, escribió Lasso en su cuenta oficial de Twitter.
Después del atentado del 14 de agosto, en la ciudad se reunieron los ministros de Gobierno y del Interior, Francisco Jiménez y Patricio Carrillo, respectivamente. Además, hizo presencia el consejero presidencial Diego Ordoñez.
En compañía de los anteriores y el gabinete de seguridad, también se informó desde la ciudad porteña que se hará un esfuerzo conjunto entre policías y militares para hacer cumplir la medida decretada por el jefe de Estado.
El estado de excepción tendrá una duración de 30 días, iniciando a partir del pasado domingo. En el encuentro también se informó que en la explosión estarían involucrados miembros de una banda delictiva que opera al sur de la ciudad.
Así mismo, informaron que los reportes de investigación señalan que la detonación estaba dirigida a un cabecilla conocido como alias ‘Cucaracha’. También indicaron que hasta ahora los heridos no han entregado mayores detalles o denuncias de los posibles responsables y que dos de ellos se encuentran en estado crítico.
De igual forma, con el fin de motivar a quienes puedan tener información que lleve a la captura de los involucrados, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, informó que hay una recompensa de 10.000 dólares (alrededor de 41 millones de pesos colombianos).
El incidente, cuyas causas aún no han sido precisadas por la policía, deja también ocho viviendas y dos autos destruidos, de acuerdo con el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR). Fue una “explosión de proporciones”, indicó a través de Twitter la Policía.
Con información de Semana