El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió este viernes un 0,5 % y se situó en 89,01 dólares el barril, remontando así ligeramente de la tendencia a la baja de esta semana por el temor al impacto de la inflación en el crecimiento económico y la demanda del oro negro.
Al finalizar las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en septiembre subieron 47 céntimos de dólares con respecto al cierre anterior.
Esta semana se aceleraron las pérdidas de petróleo después de que los datos de EE.UU. mostraran que las reservas de crudo y gasolina aumentaron. El oro negro bajó de los 90 dólares el barril, algo que no se veía desde el inicio de la guerra en Ucrania.
Los inventarios de petróleo crudo de Estados Unidos aumentaron inesperadamente la semana pasada debido a la caída de las exportaciones y la reducción de las refinerías.
Por su parte, la alianza petrolera OPEP+, que encabezan Arabia Saudí y Rusia, aumentó levemente su suministro para septiembre a 100.000 barriles diarios.
«De cara al futuro, los inversores están cada vez menos preocupados por los problemas de suministro relacionados con la guerra entre Rusia y Ucrania y, en cambio, están empezando a ver cómo se deterioran las métricas de la demanda en medio de un aumento considerable en las llamadas de recesión», destaca el presidente de la firma Seven Reports, Tom Essaye, en una nota.
Essaye, además, recalca que con la demanda de gasolina en EE.UU. un 9 % por debajo de los niveles del año pasado e incluso más baja que en el verano de 2020 «está claro que los precios por encima de 100 dólares el barril no son sostenibles».
Los contratos de futuros de gas natural para septiembre restaron 5 centavos de dólar, hasta 8,06 dólares, y los de gasolina con vencimiento el mismo mes sumaron 6 centavos, hasta 2,85 dólares el galón.
Con información de EFE / Banca y Negocio