Pinos calcinados y un suelo negro cubierto de cenizas todavía humeante en algunos puntos conforman el paisaje que se ha encontrado este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su visita a la zona del incendio forestal de Bejís (Castellón), quien ha calificado la imagen de «desoladora».
Sánchez se ha desplazado a la comarca castellonense del Alto Palancia, donde ha visitado el Puesto de Mando Avanzado (PMA) y una zona de monte de Teresa totalmente arrasada por el incendio que se inició por un rayo el pasado 15 de agosto y se dio por estabilizado este domingo, y se ha reunido con alcaldes de los municipios afectados por este fuego que ha arrasado casi 20.000 hectáreas.
Bajo un cielo teñido de rojo en claro contraste con el negro que caracteriza ahora esta zona antes verde, se ha reunido en el PMA ubicado en Jérica con personal de extinción y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, además de con los alcaldes de Bejís, Torás, Teresa, Sacañet, Alcublas, Altura y Andilla.
Posteriormente, se ha desplazado hasta un punto en Teresa, conocida como el Alto de la Zorrera, que ha quedado totalmente calcinado por las llamas, donde se ha instalado una carpa para los numerosos medios de comunicación desplazados hasta el lugar.
Allí ha llegado acompañado del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, la subdelegada del Gobierno, Soledad Ten, el presidente de la Diputación de Castellón, José Martí, la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, y el director del PMA, Fernando Kindelán.
En una breve comparecencia sin preguntas ante los medios de comunicación, en la que ha anunciado que el consejo de ministros declarará como zona catastrófica todos los territorios que han sufrido grandes incendios este año, el presidente ha lamentado la «devastación» que dejan estos siniestros y el «golpe psicológico» que suponen.
Mientras tanto, los vecinos de las poblaciones y los veraneantes, que salieron de los pueblos a medida que las llamas avanzaban desde Bejís de manera virulenta y descontrolada, han continuado volviendo a sus casas, descargando los maleteros con lo que se llevaron con urgencia y poniendo en común los sentimientos de pena y desolación ante un paisaje que parece lunar.
Muchas terrazas se ven ya con cortinas y fundas lavadas, tras haber quedado impregnadas por el olor a humo que se coló por los resquicios de puertas y ventanas de las casas, muchas de las cuales se quedaron a escasos metros de las llamas.
Otros vecinos se han aventurado hacia el monte para ver hasta dónde ha llegado la línea de fuego, y se han acercado hasta sus campos cultivos, para ver si se ha salvado algo de las llamas.
También otros, reunidos en el bar del pueblo, se preguntaban si Sánchez iba a visitar el municipio, pero el presidente del Gobierno ha dado por finalizada su visita al Alto Palancia tras abandonar el monte de Teresa.
Con información de Agencias EFE