Ha quedado al descubierto la práctica sistemática de torturas y violaciones de derechos humanos denunciadas en el informe de la Misión Internacional Independiente de Investigación de los Hechos de la ONU, en el cual queda claro la responsabilidad de Maduro en la ejecución de esta política, expresión del terrorismo de estado que ha caracterizado al régimen. Le han quitado la máscara a la dictadura.
Sin embargo, ellos insisten en seguir con la represión contra quienes luchen por sus derechos. Trata de presentar su mejor cara y condiciones a sus socios imperialistas para que inviertan en sus negocios en Venezuela. El régimen mantiene su política de recortar los derechos laborales y sigue encarcelando a trabajadores, sindicalistas y luchadores sociales que se oponen a esta política ultra liberal. Piensa que de esa manera tranquilizará la calle. Nada más alejado de la realidad.
Estamos ante hechos parecidos a los sucedidos en 1927, cuando se condenó a muerte a los trabajadores Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti en EEUU, a quienes se les acusó de robo y asesinato sin ninguna prueba. Eran inocentes y fueron condenados a muerte. El juez de turno le dijo al jurado: «Este hombre, aunque no haya en realidad cometido ninguno de los crímenes que se le atribuyen, es sin duda culpable, porque es un enemigo de nuestras instituciones». Dos días antes habían lanzado por la ventana de las oficinas de investigaciones a Andrea Salcedo. Demasiadas coincidencias con lo que sucede hoy en Venezuela,
Tarek Williams, otrora defensor de DDHH, hoy convertido en verdugo de la dictadura, ordena a sus abogados pedir privativa de libertad a 6 luchadores sociales, entre los cuales hay 4 militantes de Bandera Roja: Alcides Bracho, Alonso Meléndez, Reynaldo Cortés, Néstor Astudillo. Asimismo, a dos sindicalistas: Emilio Negrín y Gabriel Blanco. No existen pruebas del delito que le imputan, solo la presunción esotérica de este nefasto personaje que funge como fiscal general de la dictadura. Nunca se cometió el delito por el cual están encarcelados. Son inocentes.
El régimen tiene una perversa capacidad para inventar historias infames contra los que luchan por sus derechoS, y Saab es uno de los más viles creadores de falsedades para enlodar la trayectoria de quienes luchan y desenmascaran la falsa revolución que defiende. Esa conducta quedó clara en la entrevista que le hicieran al fiscal general en el programa Kikosis del 23 de septiembre, donde el infundio, como práctica, una vez más se hace evidente.
En ese programa televisivo, el fiscal es interrogado respecto a las razones por las que detienen a dirigentes de Bandera Roja. Responde creando una nueva calumnia, completamente absurda y por supuesto, falsa y difamatoria. Parece que se le olvidó la mentira anterior y echó mano a lo primero que se le ocurrió.
Categóricamente replicamos al fiscal y le dejamos claro al pueblo venezolano que los compañeros de Bandera Roja injustamente detenidos no tienen ningún tipo de asociación con el crimen organizado y mucho menos en Apure, zona en la que la acusación recae justamente sobre el régimen y no sobre opositores. Su vinculación es con gremios, sindicatos, asociaciones de trabajadores y comunidades del país.
El Comité de Presos Políticos Oswaldo Arenas, conformado por los compañeros Alcides, Reinaldo, Néstor y Alfonso, todos dirigentes de Bandera Roja, han demostrado el temple que los ha caracterizado desde hace más de 20 años de militancia revolucionaria. A pesar de las inhumanas y deplorables condiciones de su cautiverio, se mantienen firmes y enfrentarán con gallardía revolucionaria esta situación que podemos calificar como un falso positivo que monta la dictadura.
Bandera Roja no se quiebra por tener militantes encarcelados, sabemos que los payasos no tienen la facultad, ni el poder para liberar a los inocentes. El dueño del circo, Nicolás Maduro, es quien ordena. Ante la pérdida de apoyo del pueblo, apela a la represión. Ha tratado de contrarrestar las luchas que libran los trabajadores por sus derechos laborales conculcados y no ha podido, ni podrá.
Se equivoca quien piense que Bandera Roja dejará de seguir luchando y abandonará su puesto en la vanguardia de las luchas de los trabajadores.
El terrorismo no lo ejercen quienes luchan por los derechos de todos. El terrorismo es ejercido desde las altas esferas del poder de la dictadura. El terrorismo de Estado en Venezuela lo encabeza Maduro. Así quedó demostrado en el informe de la ONU.
Bandera Roja reafirma su inquebrantable decisión de seguir combatiendo la farsa chavista hasta lograr que se restaure la democracia en Venezuela y ratifica que seguirá impulsando la lucha por la libertad de todos los presos políticos y los luchadores sociales.
Nota de prensa / DCN