Denuncian muerte de jefa de UBCH por falta de suero antiofídico

La militancia chavista amaneció de luto en el municipio Petit de Falcón, debido a la muerte de Elida Morales, una dirigente de la Unidad de Batalla Hugo Chávez (UBCH) de la localidad de San Hilario.

Morales fue mordida por una serpiente serpiente venenosa conocida en Venezuela como mapanare y coloquialmente como «culebra rabo frito». Con una aplicación oportuna del suero antiofídico, utilizado para lidiar con el veneno de las serpientes, no habría sido una víctima fatal del animal.

No obstante, al dirigirse al Hospital Universitario Dr. Alfredo Van Grieken, principal centro asistencial de Coro, la institución no contaba con el antídoto para contrarrestar el veneno.

La denuncia fue hecha por Jesús Montilla, exgobernador de Falcón por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quien relató el caso en su cuenta de Twitter con indignación. «Es increíble que en pleno siglo XXI pasen estas cosas», lamentó tras denunciar que no había suero en el hospital.

El comentario de Montilla toma aún más magnitud considerando su historial como dirigente del PSUV, pues además fue constituyente en la ANC convocada por Hugo Chávez en 1999 y diputado a la Asamblea Nacional en los períodos legislativos 2011-2015 y 2016-2021.

Un dirigente de larga data en las filas del chavismo recrimina al sistema sanitario controlado por el gobierno de Nicolás Maduro, que no garantiza sueros básicos e indispensables que debería tener una institución de salud pública.

Mordeduras de serpiente en Venezuela

La Fundación iO, organización científica dedicada al estudio y control de enfermedades infecciosas, recalcó en un informe publicado en junio de 2020 que cada año mueren unas 60 personas en el país por envenenamiento a causa de mordedura de serpientes.

La publicación resalta que esta situación se da porque se presenta una marcada desinversión para adquirir y distribuir los antídotos en el país, lo que somete a las personas envenenadas a recorrer varios estados buscando el suero hasta morir o ser amputados para que el veneno no siga recorriendo el torrente sanguíneo.

«Existe una llamativa falta de inversión y de capacidad de distribución de suero antiofídico en el país. Con el riesgo asociado para la salud de las personas que sufren una mordedura. Una persona puede recorrer tres estados en busca de suero y muere en el intento o es amputada, porque 90% de las personas a las que muerde una serpiente son de escasos recursos», resalta el informe.

Denuncia la organización que es el Ministerio para la Salud el ente encargado de la distribución de la medicina que debe llegar a todos los hospitales generales, «pero lamentablemente la mayoría no tiene y los afectados no los encuentran disponibles».

Hace apenas un mes, el mayor general Luis José Contreras, integrante del Cuerpo de Bomberos del Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (INEA), denunció que no contaba con los medios para trasladar el suero antiofídico a las personas que lo necesiten, por lo que tenía que pedir «cola» para ir de un estado a otro.

«A cada rato me llaman. A veces lo puedo llevar pidiendo cola, pero a veces de noche es difícil trasladar el suero», resaltó Contreras, lo que refleja la situación precaria que padece el sistema sanitario nacional.

Las mordeduras de serpientes cobran la vida de 150.000 personas al año y ponen en riesgo a otras 400.000 que son amputadas o deben ser dializadas. El alto costo de los sueros dificulta su distribución, especialmente en países pobres.

La mapanare es la serpiente que más causa envenenamiento en Venezuela, siendo responsable del 85% de los casos registrados. Su veneno contiene una toxina que causa dolores fuertes e inflamación, que a desemboca en una falla agua de los riñones, problemas de coagulación, necrosis, y más fallas en los sistemas cardiovascular y renal.

 

 

 

 

 

Fuente: Tal Cual / La Verdad

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