Las condiciones meteorológicas adversas, sobre todo el viento, no dan tregua por quinto día consecutivo en las labores de extinción del incendio forestal activo desde el jueves y que ha afectado ya a unas 4.000 hectáreas en cuatro municipios granadinos entre las comarcas de La Costa y Lecrín.
El Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Andalucía (Infoca) ha continuado este lunes su trabajo por tierra y aire para tratar de estabilizar un fuego que se inició en un lugar próximo a la carretera que une Guájar Alto con Guájar Faragüit, en Los Guájares, y que se ha ido extendiendo por los municipios vecinos de Albuñuelas, El Pinar y El Valle.
Como en jornadas anteriores, desde el amanecer y hasta el ocaso, se ha desplegado en la zona -que abarca ya un perímetro total de 52 kilómetros- una quincena de medios aéreos que tratan de complementar el arduo trabajo por turnos que han seguido desempeñando día y noche en tierra hasta dos centenares de efectivos desplazados desde distintos puntos de Andalucía.
Tal y como ha explicado durante una visita al Puesto de Mando Avanzado (PMA) ubicado en Albuñuelas el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se trata de un incendio de gran complejidad porque, aunque no afecta a núcleos de población, resulta de gran dificultad atajarlo debido a la ardua orografía y a las condiciones meteorológicas adversas, especialmente el viento y el calor.
La presencia de ese viento cambiante ha sido un «enemigo» frente a la extinción, con ráfagas muy intensas que han hecho que en algunos casos el fuego sea «prácticamente imposible de apagar» y que ha complicado la ingente capacidad de los recursos movilizados por el operativo del Infoca que, según ha apostillado Moreno, «ha funcionado de manera notable».
También el presidente ha justificado que el incendio siga declarado en un nivel 0 porque hasta ahora no ha existido peligro ni para las personas ni para su patrimonio, lo que impide la presencia de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que además no cuenta con medios aéreos.
Moreno ha confiado en que, salvo que el viento vuelva a convertirse en un «enemigo», el incendio pueda presentar un «pronóstico favorable», sobre todo si la llegada de una borrasca atlántica trae una bajada de las temperaturas y algunas lluvias, aunque ha insistido en la «prudencia» dado que las condiciones cambian de manera constante.
A lo largo del día el operativo se ha centrado en un 30 % del perímetro afectado, donde se siguen registrado más reproducciones y rebrotes del fuego, mientras que el 70 % restante se encuentra ya «tranquilo».
Esta tarde, según ha detallado el Infoca, se ha tenido que cortar el tráfico en la carretera GR-3204 Los Guájares-Granada entre los kilómetros 10 y 24 debido al fuego forestal, por lo que ha quedado prohibido el paso a todo tipo de vehículos salvo los de extinción de incendios.
Los medios aéreos y terrestres desplegados en las últimas horas se han volcado en la zona noroeste del incendio, en el entorno de la ermita del Cristo del Zapato, entorno que está más cerca de los núcleos de población de Restábal y Pinos del Valle.
Precisamente, el alcalde de El Pinar, Francisco Titos, al que pertenece ese último pueblo, ha anunciado que solicitará la declaración de zona catastrófica por este desastre medioambiental que se vive con «mucha incertidumbre y pesadumbre» los vecinos del pueblo, que han visto cómo ardía una de las principales masas forestales verdes de la comarca.
Asimismo, CaixaBank ha habilitado una línea de financiación de 70 millones de euros para los afectados por el incendio, una propuesta con condiciones especiales centrada en los agricultores y ganaderos damnificados por el fuego.
Solo en su inicio dieciséis personas, 10 en Los Guájares y 6 en Pinos del Valle, tuvieron que ser desalojadas de forma preventiva y se ha tenido que intervenir con helicóptero en algún cortijo que podía haberse visto comprometido, mientras que el bombero que ayer tuvo que ser evacuado al hospital tras sentirse indispuesto ya ha sido dado el alta.
Con información de Agencia EFE