Ya casi han transcurrido dos décadas desde que Luz Marina Rodríguez, de 76 años de edad, recibió la promesa de que tendría una casa digna. Por fin viviría tranquila, durmiendo bajo un techo estable, sin miedo al desplome de la vivienda.
Corría 2004 y se celebraban las elecciones de alcaldes y gobernadores en el país. En ese entonces Luz Marina recibió la promesa de dirigentes chavistas de que le otorgarían una nueva vivienda en un lugar libre de riesgos, pues su casa se encuentra en la parroquia La Pastora de Caracas, específicamente en Lídice adyacente a una quebrada que, cada vez que llueve, la llena de miedo.
Durante 18 años Luz Marina ha intentado que el gobierno local o nacional le cumpla lo prometido, pero se ha encontrado con una realidad aplastante: nadie la ha tomado enserio, han jugado con su tiempo y la esperanza de vivir mejor.
Asegura que ni siquiera el Consejo Comunal la ha ayudado a lograr algo a pesar de que conocen que su habitación se encuentra en alto riesgo, declarado por los Bomberos de Distrito Capital y según la inspección, Luz Marina tiene una orden de desalojo urgente pero ella es sola, no tiene a donde ir.
Según la inspección realizada por los bomberos, la vivienda presenta deterioro de los materiales de construcción, humedad, grietas horizontales y verticales en paredes, desprendimiento de frisos, filtración en techos, pisos con hundimiento y grietas motivado a terreno húmedo por socavacion y percolación de aguas servidas y pluviales.
Ante la situación de las lluvias y las aguas servidas, la vivienda ya presenta un hundimiento en la parte trasera que puede comprometer toda la estructura de la casa. En caso de que la estructura se desplome por las causas ya descritas, Luz Marina corre el riesgo de morir, debido a que, por su edad, no puede salir de la habitación.
La señora Luz Marina hace un llamado a los medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales a que la ayuden a difundir su situación, así también exige, una vez más, a las autoridades a ponerse la mano en el corazón y atender su caso, ya que ella por sus propios medios no ha podido desalojar.
Nota de prensa / DCN