Fuerzas ucranianas atacaron el jueves posiciones rusas en la ciudad de Jersón del sur de Ucrania y los combates se intensificaron en el este del país, en medio de reportes de que las autoridades designadas por Moscú han abandonado la ciudad, sumándose a decenas de miles de residentes que han escapado hacia otras zonas bajo control de Rusia.
Los soldados de Ucrania rodeaban Jersón desde el oeste y atacaban las posiciones rusas en la margen occidental del río Dniéper, que divide a la región y al país.
A medida que las batallas se desarrollaban, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que Moscú no tiene intenciones de emplear armas nucleares en Ucrania, a pesar de que en ocasiones anteriores ha lanzado reiteradas advertencias de que estaba preparado para usar todos los medios a su disposición con tal de defender a Rusia, incluyendo su arsenal nuclear.
“No vemos necesidad de eso”, declaró Putin en un congreso de expertos en política exterior reunidos a las afueras de Moscú. “No tiene sentido, ni político ni militar”.
Putin, quien insistió durante las semanas previas a la invasión en que no tenía intención de atacar a Ucrania, también intentó atribuir el conflicto a los intentos de Occidente de asegurar un dominio global. Acusó a Estados Unidos y a sus aliados de tratar de dictar sus condiciones a otras naciones en un juego de dominación “peligroso y sangriento”.
El mandatario ruso, cuyas tropas invadieron ucrania el 24 de febrero, ha dicho que el apoyo de Occidente a Ucrania forma parte de maniobras a gran escala de Washington y sus aliados para hacer valer lo que dicen es un orden mundial basado en reglas que únicamente fomenta el caos.
En tanto, Rusia advirtió que Moscú podría atacar los satélites comerciales de Occidente usados con fines militares en apoyo de Ucrania, y una portavoz del Ministerio del Exterior acusó a Estados Unidos de pretender un agravamiento “inconsciente y demente” del conflicto.
La vocera Maria Zakharova argumentó que Washington debería asumir una postura similar a la que adoptó durante la crisis de los misiles de Cuba en 1962, cuando las superpotencias de la Guerra Fría dieron un paso atrás luego de estar al borde de una confrontación nuclear.
“Entre más Estados Unidos se vea arrastrado a apoyar al régimen de Kiev en el campo de batalla, más se arriesga a provocar una confrontación militar directa entre las potencias nucleares más grandes cargada de consecuencias catastróficas”, declaró Zakharova.
Ucrania ha continuado con su ofensiva para recuperar la región de Jersón y su capital del mismo nombre, las cuales fueron capturadas por las fuerzas rusas durante los primeros días de una guerra que ya está en su noveno mes.
Más de 70.000 residentes de la zona metropolitana de Jersón han evacuado en los últimos días, informó el gobernador designado por el Kremlin, Vladimir Saldo.
Miembros de la administración regional respaldada por Rusia también huyeron, dijo el vicegobernador Kirill Stremousov. Los monumentos a héroes rusos fueron cambiados de ubicación, al igual que los restos de Grigory Potemkin, el general ruso que fundó Jersón en el siglo XVII. Originalmente estaban en la iglesia de Santa Catarina en la ciudad.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo que los reportes del posible retiro de los soldados rusos de la ciudad eran desinformación.
“No veo que estén huyendo de Jersón”, manifestó el mandatario en una entrevista con el periódico italiano Corriere della Sera. “Este es un ataque por medio de información, así que vamos allá, transferiremos soldados de otras direcciones peligrosas allá”.
Zelenskyy también calificó de “teatro” los intentos recientes de funcionarios locales respaldados por el Kremlin de convencer a los residentes civiles de la ciudad a reubicarse más adentro del territorio controlado por Rusia antes de los avances ucranianos.
“Sus soldados más entrenados se encuentran en sus posiciones. Vemos eso y no les creemos”, declaró Zelenskyy.
Fuente: LA Times