Dos empresas, una con oficina en Houston y otra propiedad de dos ciudadanos venezolanos-estadounidenses, estarían ayudando a Venezuela a evadir las sanciones impuestas por Estados Unidos.
En ese sentido, presuntamente estarían colaborando con transportar de «manera silenciosa» productos derivados del petróleo en un buque petrolero construido en Irán.
La evasión estaría centrada en una refinería inactiva y una terminal petrolera ubicadas en la isla de Curazao, la cual fue un importante centro de envío de crudo para la compañía PDVSA, hasta el año 2019.
El buque cisterna «Colón», con bandera de Togo, habría descargado 600.000 barriles de fueloil en la terminal Bullenbaai, el pasado 28 de septiembre de 2022.
Cabe resaltar que esta terminal es operada por la empresa estatal de Curazao en conjunto con la compañía Caribbean Petroleum Refinery, propiedad de dos venezolanos-estadounidenses, reseñó The Associated Press (AP).
La empresa estatal curazaoleña tildó, en un comunicado de prensa, como un «momento histórico» el hecho de que llegara a esa terminal la primera entrega de crudo, tras ser reactivada.
Los datos de seguimiento de los barcos apuntaron que dos días antes de su llegada a Curazao, el buque Colón habría cargado en el puerto de Amuay, la refinería más grande de Venezuela.
Con información de Banca y Negocios / AP