Tras haber rozado récords históricos en marzo, los precios del petróleo cayeron fuertemente hasta rondar su nivel de principios de 2022, con la parálisis económica eclipsando el temor a la escasez por la guerra en Ucrania.
El declive podría incitar a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y a sus socios de la OPEP+, empezando por Rusia, a ajustar su oferta y así intentar incentivar los precios en la reunión que celebrarán el domingo.
Las dos referencias mundiales del crudo están ahora muy lejos de sus niveles alcanzados en marzo, cuando casi registraron máximos históricos, a más de 130 dólares el barril, unos días después de que empezara la invasión rusa de Ucrania. Desde entonces, el WTI perdió un 43% y el Brent, un 41%.
El descenso se produce en medio de una inflación dominante, con el fantasma de la recesión planeando sobre el Reino Unido y otros países y un incremento de casos de covid-19 en China, segundo país consumidor y primer importador de crudo del mundo.
El aumento de casos de coronavirus en China, aunque su número siga siendo bajo en relación con los 1.400 millones de habitantes que tiene el país, «incrementa la probabilidad de un confinamiento generalizado», subrayó Caroline Bain, analista de Capital Economics.
Además, la aplicación de Pekín de su política «cero covid», que conlleva confinamientos masivos y test PCR casi diarios, «ha perjudicado gravemente al crecimiento de la segunda economía mundial y,por ende, a la demanda de crudo», afirmó por su parte Craig Erlam, analista en Oanda.
No descartan nueva baja de producción de la OPEP+
Los analistas no descartan que la OPEP y sus socios decidan reducir de nuevo sus objetivos de producción para apoyar los precios, que son ya inferiores a los de octubre, cuando la alianza decidió recortar drásticamente sus cuotas de producción para noviembre, a 2 millones de barriles diarios.
Los inversores están también pendientes de las discusiones en torno a una limitación del precio del petróleo ruso, defendida por una coalición de países del G7, la Unión Europea y Australia.
Pero queda por ver cómo reaccionaría Rusia a ese tipo de medida, pues el Kremlin ya advirtió que Moscú dejará de suministrar petróleo a quienes apliquen esa iniciativa.
Con información de la AFP