62 reclusos murieron en centros de detención preventiva en el primer semestre de 2022. 55 de ellos fallecieron por problemas de salud, según informó la organización no gubernamental (ONG) Una Ventana a la Libertad (UVL). El hacinamiento promovió gran parte de los decesos.
La principal causa de muerte, de acuerdo con el informe de la ONG, fueron las enfermedades. Los 55 reclusos que murieron por complicaciones de salud tenían tuberculosis, desnutrición, covid-19, infartos, bronquitis, convulsiones, insuficiencia renal y accidentes cardiovasculares.
“El hacinamiento es una de las principales razones de la propagación de las enfermedades”, añade la ONG. El informe de UVL determinó que el resto de las muertes registradas entre enero y junio ocurrieron debido a riñas, muertos por fuga y recaptura, así como por abuso de funcionarios policiales.
La escabiosis, tuberculosis y gripe presentan mayor frecuencia entre los reclusos.
UVL determinó en los 335 calabozos policiales monitoreados en todo el país que la escabiosis, la gripe y la tuberculosis son las enfermedades de mayor frecuencia entre los reclusos, con 1.116 casos, 1.075 y 347 casos, respectivamente. Otros han presentado covid-19 (33 casos) y VIH (53 casos).
UVL también registró 373 casos de extorsión por parte de funcionarios policiales para poder acceder a beneficios que por derecho les corresponde a los reclusos. Por ejemplo, en 108 comisarías los efectivos cobraron por permitir el ingreso de medicamentos y en 75 calabozos se cobró por permitir la entrada de alimentos.
En otros 89 centros de detención preventiva funcionarios solicitaron dinero para trasladar a los reclusos a hospitales y en 101 prisiones cobraron por poder trasladar a los detenidos a tribunales con una boleta autorizada por la Fiscalía.
La mayoría de las detenciones en el primer semestre de 2022, según UVL ocurrieron por hurtos (259 casos), robos (208 casos), homicidios (208 casos), violencia de género (204 casos), tenencia o distribución de drogas (190 casos), extorsión (189), abuso infantil (156 casos) y secuestros (139).
«Como en periodos anteriores, se confirmó que la violación de los derechos humanos fundamentales de las personas detenidas se mantiene. El Estado sigue sin asumir su responsabilidad por la vida y calidad de vida de estas personas. El debido proceso continúa casi totalmente detenido, victimizando más a quienes están en los centros de detención preventiva”, sentenció la ONG.
UVL documentó en 2021 un total de 123 casos de reclusos fallecidos en calabozos con un hacinamiento de 161 %. Al igual que el registro del primer semestre de 2022, las principales causas de muerte fueron enfermedades como desnutrición y tuberculosis.
Con información de El Diario.