El Congreso de Brasil da otro paso para garantizar los planes sociales de Lula

La Cámara de Diputados de Brasil aprobó este miércoles un proyecto que garantiza la financiación de un plan de subsidios sociales propuesto por el presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, que ahora deberá ser avalado por el Senado.

Ese plan, que pretende reforzar la atención a los sectores más empobrecidos de la sociedad, fue una de las principales promesas de Lula durante la campaña para las elecciones de octubre, en las que se impuso al actual mandatario, Jair Bolsonaro, a quien sucederá el próximo 1 de enero.

La propuesta de Lula debió ser votada dos veces, por su carácter de enmienda constitucional, y en ambos casos fue aprobada con 331 votos a favor y 168 en contra, estos últimos en su gran mayoría de la base bolsonarista.

Básicamente, el proyecto modifica una ley que limita el aumento anual de los presupuestos estatales a la inflación del ejercicio anterior y deja fuera de ese cálculo el gasto que supondrá ese plan de subsidios, que podrá ser llevado a cabo sin violar las normas fiscales.

Los grupos parlamentarios que respaldan a Lula habían propuesto que esa modificación fuera adoptada de forma definitiva, pero en unas primeras discusiones aceptaron que se aplique durante los dos próximos años, aunque finalmente cedieron que sea solo en 2023.

De ese modo, y siempre que sea respaldada por el Senado, esa excepción que deja la llamada «inversión social» fuera del techo de gastos solo estará en vigor durante el primero de los cuatro años del mandato que Lula asumirá el próximo 1 de enero.

El proyecto liberará recursos para financiar un plan de subsidios para las familias más pobres por valor de 600 reales (115 dólares) mensuales a partir de enero y otorgar un extra de 150 reales (29 dólares) por cada hijo de hasta seis años.

En principio, el impacto de esta medida generó ciertos temores en el mercado financiero, ante el riesgo de un deterioro aún mayor de las maltrechas cuentas públicas de Brasil, pero en los últimos días la preocupación se ha ido disipando, con las reiteradas promesas de Lula en relación a la responsabilidad fiscal que tendrá su Gobierno.

Según datos oficiales, 62,5 de los 213 millones de brasileños viven en condiciones de pobreza, el mayor nivel en los últimos diez años.

Sin embargo, el futuro Gobierno aún no ha definido los parámetros del nuevo programa social, que será similar al conocido como Bolsa Familia, que Lula puso en marcha en 2003, durante el primero de sus dos mandatos consecutivos.

En su momento, el Bolsa Familia atendió a unas 14 millones de familias, permitió que unas 40 millones de personas dejarán de vivir bajo la línea de pobreza y llegó a ser recomendado por las Naciones Unidas como un modelo de distribución de renta.

Bolsonaro aplicó un plan similar a partir de la irrupción de la pandemia de covid, pero eliminó algunas condicionantes que tenía el programa de Lula, que incluían la obligatoriedad de que los niños de todas las familias beneficiadas frecuentasen la escuela.

Con información de Agencia EFE

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...