La agitada jornada bursátil del viernes en la Bolsa de Valores de Nueva York concluyó con descensos generalizados en las acciones, después de que un nuevo informe mostrara que la inflación se está ralentizando menos de lo esperado, pocos días antes de cuando se prevé que la Reserva Federal suba de nuevo las tasas de interés.
El índice S&P 500 y el Nasdaq cayeron 0,7% cada uno, mientras que el índice Dow Jones retrocedió 0,9%. Los valores de empresas más pequeñas cayeron aún más, arrastrando 1,2% al índice Russell 2000. Los índices marcaron su primera semana de pérdidas en las tres últimas.
El gobierno estadounidense informó que los precios pagados al por mayor fueron 7,4% más altos en noviembre que un año antes. Es una desaceleración con respecto a la inflación al por mayor interanual de 8,1% en octubre, pero sigue siendo ligeramente peor de lo que esperaban los economistas.
“Existe la sensación de que la inflación ha meseteado, pero sigue siendo difícil de controlar y es muy probable que la Reserva Federal tenga que presionar más”, estimó Quincy Krosby, estratega en jefe de inversiones de LPL Financial.
La elevada inflación del país, junto con la respuesta de la Reserva Federal a ella, han sido las principales razones de la dolorosa caída de Wall Street este año. Los mercados bursátiles han recuperado parte de sus pérdidas recientemente, ya que la inflación se ha ralentizado desde que alcanzó su punto máximo a mediados de año. Pero sigue siendo demasiado alta, lo que aumenta el riesgo de que la Reserva Federal tenga que seguir subiendo las tasas de interés para controlarla por completo.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron debido a que los operadores aumentaron sus apuestas sobre el nivel al que la Reserva Federal subirá finalmente las tasas de interés. El banco central ya ha subido su tasa de interés a un día hasta un rango de entre el 3,75% y el 4%, desde prácticamente cero en marzo.
Su próxima decisión al respecto está prevista para la semana que viene, y la expectativa general es que suba las tasas otro medio punto porcentual.
Las tasas más altas perjudican a la economía al encarecer los préstamos a empresas y hogares, lo que los obliga a recortar el gasto. Si suben demasiado, pueden provocar una recesión. También arrastran a la baja los precios de las acciones y todo tipo de inversiones.
Otro informe publicado el viernes mostró que los hogares estadounidenses prevén una menor inflación en el futuro. Esto es clave para la Reserva Federal, que quiere evitar un círculo vicioso en el que los hogares se apresuren a comprar por temor a que los precios sigan subiendo. Esta actividad de compra no hace sino avivar la inflación.
Según la encuesta de la Universidad de Michigan, los hogares prevén una inflación del 4,6% para el año próximo. Es la cifra más baja de los últimos 15 meses, aunque sigue estando muy por encima de la de hace dos años. Las expectativas de inflación a más largo plazo siguen estancadas en el rango del 2,9% al 3,1%, donde han estado durante 16 de los últimos 17 meses.
El último gran dato sobre la inflación antes de la próxima decisión de la Reserva Federal llega el martes, cuando los economistas esperan que el índice de precios al consumidor muestre que la inflación se ralentizó de 7,7% en octubre a 7,3% el mes pasado.
“Las dos preguntas más importantes para el próximo año son: ¿a qué velocidad caerá la inflación? y ¿cuánto tendrá que caer para que la Fed deje de endurecer sus políticas?”, escribieron estrategas del mercado de divisas en un informe de BofA Global Research. “Nos preocupa que los mercados sean demasiado optimistas en ambos aspectos”.
Aproximadamente el 75% de las emisoras del S&P 500 cerraron a la baja el viernes, siendo el sector salud, la tecnología y la energía los que más lastraron al mercado. El índice cayó 29,13 puntos, hasta cerrar en 3.934,38. Ha perdido 3,4% en la semana y 17,5% en lo que va de año.
El Dow cayó 305,02 puntos, para quedar en 33.476,46, mientras que el Nasdaq cedió 77,39 unidades y cerró en 11.004,62. El Russell 2000 bajó 21,63 puntos y se ubicó en 1.796,66.
El rendimiento del bono del Tesoro a 2 años, que suele seguir las expectativas de la Reserva Federal, subió de 4,26% a 4,36% poco antes de la publicación del informe de inflación del viernes. A última hora del jueves se situaba en 4,31%.
El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, que determina las tasas de interés de las hipotecas y otros préstamos, subió de 3,49% a 3,58%.
Con información de AP