Sin estrategia nacional

Alemania nunca ha tenido una descripción exhaustiva, clara y vinculante de sus propios intereses de seguridad. La acción siempre ha estado determinada por consideraciones a corto plazo, sobre todo, económicas, por ejemplo, en sus relaciones con China. Lo más parecido a un plan general de política de seguridad y defensa eran los llamados «libros blancos» del Ministerio de Defensa.

Pero ahora todo va a ser diferente: una descripción de los intereses alemanes en materia de seguridad es lo que tiene en mente la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock (Los Verdes), que cuenta con un documento al respecto, pero que carece de la aprobación general.

En la sede del Gobierno se considera que las críticas a China, en particular, están formuladas con demasiada firmeza. Ahora, los representantes del canciller Olaf Scholz (SPD), Baerbock y el ministro de Finanzas, Christian Lindner (FDP), deben ponerse de acuerdo sobre el borrador, con suerte, antes del inicio de la Conferencia de Seguridad de Múnich.

Disputa entre los Verdes y el Ministerio de Defensa

La cuestión principal es probablemente el rumbo a seguir con China. ¿Prestará Alemania en el futuro, como en el pasado, atención a los intereses económicos, o formulará una línea que se centre con más fuerza en los derechos humanos y en la presión china sobre Taiwán?

También existe una disputa con el Ministerio de Defensa, dirigido por los socialdemócratas, que quieren ver anclado en la estrategia el principio de gastar permanentemente el dos por ciento del producto interno bruto en defensa. Los Verdes, en cambio, lo critican.

Consejo de Seguridad Nacional

Hay tres mentiras vitales alemanas que deben aclararse, dice Roderich Kiesewetter a DW: «Seguridad barata de EE. UU., cadenas de valor baratas de China, energía barata de Rusia». Para este experto en asuntos exteriores del grupo parlamentario conservador (CDU/CSU), «la estrategia debe presentar, por tanto, instrucciones políticas concretas sobre cómo capacitar a la Bundeswehr (Ejército alemán) para defender a la alianza y al país, cómo diversificar nuestro suministro energético y cómo reducir la dependencia de China».

A diferencia del actual Gobierno, los democristianos de la CDU abogan por tomar el ejemplo de EE. UU.: «Por eso necesitamos un Consejo de Seguridad Nacional que sea independiente y no esté sujeto a directivas. Independientemente de la constelación de gobiernos y de los costes de oportunidad, esta es la mejor manera de comprobar la aplicación real de la estrategia nacional, de evaluarla periódicamente y de aplicar finalmente una política de seguridad estratégicamente orientada hacia el futuro».

Críticas de los ministerios y estados federados

También hay reservas sobre el borrador del Ministerio de Exteriores en el Ministerio de Finanzas y en los estados federados. En Finanzas, echan de menos declaraciones claras sobre problemas como el lavado de dinero y la lucha antiterrorista internacional. Los estados federados, por su parte, se sienten excluidos.

«Me pregunto cómo alguien en Berlín quiere elaborar una estrategia de seguridad nacional significativa sin la participación de los estados federados, aunque supuestamente se trate de política exterior», declaró el ministro de Interior de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul (CDU), al periódico Welt: «Las cuestiones relevantes para la seguridad, ya sea la ciberseguridad o la lucha contra el terrorismo, también se abordan en los estados federados».