El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, anunció el sábado (07.01.2023) el nombramiento de un nuevo jefe de la policía nacional para sustituir al general Hossein Ashtari cuyo mandato se había cumplido y que era objeto de críticas tras la muerte bajo custodia policial de Mahsa Amini.
En una misiva publicada en su página web, Jamenei indicó haber designado al general Ahmad-Reza Radan al frente de las fuerzas del orden del país, en sustitución Ashtari, quien ocupaba el puesto desde 2015.
Este nombramiento se produce en el contexto de las manifestaciones en el país, desencadenadas por la muerte de la joven kurda iraní el 16 de septiembre, tras su detención por incumplir el código de vestimenta de las mujeres por la policía de la moral, que depende de la nacional.
Radan es conocido por sus actitudes radicales. En particular que las mujeres respeten estrictamente el código de vestimenta islámico. También cree que los jóvenes no deben seguir las tendencias de moda o peinados occidentales y deben ser detenidos por violar las restricciones.
En tanto, el jefe saliente siempre mantuvo que la policía no era culpable de la muerte de Amini. Los críticos, sin embargo, creen que la joven fue golpeada por agentes de policía y murió de una hemorragia cerebral.
«Con el fin de la misión del general (Hossein) Ashtari, expresándole mi gratitud y satisfacción por sus servicios, le nombro al comandante general de la policía de la República Islámica de Irán», indicó el guía supremo dirigiéndose al nuevo jefe de la seguridad.
En 2010, el Tesoro de Estados Unidos incluyó a Ahmad-Reza Radan en su lista negra por violar los derechos humanos, tras la polémica reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadinejad, que dio lugar a importantes protestas reprimidas por el poder. Ese mismo año, fue sancionado por la Unión Europea.
El general Radan, nacido en 1963, fue jefe adjunto de la policía nacional entre 2008 y 2014, cuando fue reemplazado precisamente por el general Hossein Ashtari.
Esta designación se lleva a cabo cuando miles de personas han sido detenidas desde la muerte de Mahsa Amini, por su participación en lo que las autoridades iraníes califican de «disturbios», orquestadas por países extranjeros y grupos de oposición.
Cientos de personas, entre ellas miembros de las fuerzas de seguridad, también han muerto durante las manifestaciones desde mediados de septiembre.
Con información de DW – US LATM