El embajador ante los Estados Unidos, Carlos Vecchio, compartió una carta pública para manifestar su postura ante la decisión de aniquilar la figura de la presidencia encargada. Alegó que la decisión es inconstitucional y además, un error político, económico y moral.
El 30 de diciembre los diputados de la Legítima Asamblea Nacional (AN), aprobaron segunda discusión la Reforma de la Ley de Estatuto que rige la Transición a la Democracia para restablecer la vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual contempla: Supresión de toda referencia de usurpación del Poder Ejecutivo que comete Nicolás Maduro y eliminación del Gobierno interino que ha encabezado el presidente encargado de la República, Juan Guaidó, desde el año 2019.
Desde el 2015, cuando el pueblo venezolano expresó su irreversible voluntad de cambio, he apoyado y reconocido el coraje de los diputados democráticos para enfrentar a una dictadura asesina. Pero hoy debo decir que, al aniquilar la Presidencia Encargada, la mayoría de esos diputados ha cometido un INCONSTITUCIONAL ERROR HISTÓRICO que solo beneficia a la dictadura y atenta contra una transición democrática hacia una Venezuela Libre.
La eliminación de la Presidencia Encargada por parte de la Asamblea Nacional 2015 es inconstitucional y un error político, económico y moral:
1. Es inconstitucional porque se viola el artículo 233 de la Constitución nacional. Maduro no fue electo por el pueblo, sino impuesto por un fraude. La Presidencia Encargada no fue una decisión política de la Asamblea Nacional, sino un mandato constitucional ante la ausencia de un Presidente Legítimo.
Es inconstitucional porque, aunque los diputados justifican su acción en el supuesto fracaso de la Presidencia Encargada y del Gobierno Interino, con las figuras de las Juntas Administradoras ad-hoc lo continúan, pero bajo el control político de ciertos partidos políticos de la Asamblea Nacional, asumiendo inconstitucionalmente la función de legisladores, administradores y contralores, violando los principios de transparencia y rendición de cuentas.
Absolutamente nadie tiene la prerrogativa de decidir cuál parte de la Constitución acatar y cuál no. Mucho menos los diputados. En ese sentido, no avalo actos inconstitucionales.
2. Es un error político porque el único beneficiado con esta decisión es Maduro, quien, sin ceder ni un ápice en las negociaciones de México, ha logrado la disolución de la principal piedra en el zapato y muro de contención que tenía para sus desmanes, todo gracias a algunos diputados de las mismas fuerzas democráticas.
Perder la legitimidad, indirectamente es legitimar a Maduro. Es normalizar la dictadura responsable de crímenes de lesa humanidad y de la peor crisis económica, social y política de nuestra historia republicana.
Además, debilita a la Plataforma Democrática en el proceso de negociación de México, ya que la deja sin una ficha clave contra la dictadura en la conquista de una elección presidencial libre, justa y verificable que abra las compuertas a una verdadera transición democrática lo antes posible. Entregar la Presidencia Encargada a cambio de nada, nos debilita en todos los sentidos.
3. Es un error económico porque se pone en peligro la defensa legal de los activos de la República en el exterior, aumentando las posibilidades de que la dictadura más corrupta de la historia nacional se haga con recursos estratégicos de nuestro pueblo. Esta decisión aumentó el riesgo de perder Citgo y debilita las defensas legales en el exterior.
4. Y es un error moral porque es inaceptable que después de tantos sacrificios de nuestro pueblo, de todas las víctimas y de los presos políticos, se pretenda ahora normalizar la situación de usurpación del poder y reconocer de facto al dictador que nos ha asesinado, torturado, oprimido, hambreado y empobrecido a todos los venezolanos.
Se nos dice que la figura legítima y constitucional de la Presidencia encargada se agotó, pero se mantiene la de la Asamblea Nacional electa en 2015, cuando ambos forman parte de un mismo medio de resistencia. ¿Cómo puede decirse que una no funciona y otra sí cuando ambas van de la mano? Lamento que los intereses personales de algunos pocos haya guiado esta posición, en detrimento de un pueblo venezolano que quiere vivir sin dictadura y ver restituida su democracia y su libertad mediante unas elecciones verdaderamente libres, justas y verificables lo antes posible.
En lo personal, tengo la conciencia tranquila porque jamás he estado ni estaré de acuerdo con nada que vaya en contra del interés supremo de nuestro pueblo por lograr su LIBERTAD.
Realizaremos conforme a la Ley el cese de nuestras actividades diplomáticas en los Estados Unidos. Ratifico mi compromiso de seguir impulsando la libertad de Venezuela desde cualquier espacio, tal y como lo he hecho siempre, aun cuando desde el año 2014 tuve que pasar al exilio debido a la persecución de la dictadura.
Libertad o nada.
Con información de CCN