El joven guitarrista venezolano Manuel Trejo Barrios presenta su nueva producción discográfica “Entre Colores de Venezuela: El Folklore Clásico de la Guitarra”, que contiene un selecto repertorio de siete obras compuestas por algunos de los más notables e influyentes compositores venezolanos de diferentes épocas y escuelas: Antonio Lauro, Inocente Carreño, Henry Martínez, Eduardo Serrano, Rodrigo Riera, Alexandro Rodríguez y Jesús Eduardo Álvarez Herrera. Además participan como invitados especiales el maestro Eddy Marcano en el violín, la guitarrista Mónica Paolini y la soprano Laura De Silva.
El disco ya se encuentra disponible en las principales plataformas digitales y además fue bautizado en concierto, el pasado sábado 11 de febrero, agotando la boletería del Auditorio Tamburini del Conservatorio Francesco Venezze, en la ciudad de Rovigo, Italia. El álbum se lanzó bajo el sello discográfico japonés “Da Vinci Classics” y fue grabado en Italia, producido por el propio Manuel Trejo, contando las labores de ingeniería de Daniele Cecilot.
En la primera parte del concierto interpretó las obras del disco, acompañado por la soprano italiana Laura De Silva, mientras que en la segunda parte estuvo acompañado por diferentes músicos venezolanos entre ellos Moisés Pirela en el bajo, Raul Roa en el violín, Daniel Álvarez en el piano, Ella Nagy en el cuatro y Carla Gutiérrez como cantante. El público italiano quedó encantado con la riqueza musical que ofrecen los compositores e intérpretes de Venezuela.
“Cada palabra tiene un peso muy significativo y Venezuela es un país lleno de una diversidad infinita de colores, sabores, climas, entre otras cosas. En la música venezolana se puede fácilmente aplicar la palabra colores ya que nuestro folklore posee una cantidad increíble de géneros típicos ricos en ritmos y armonías exquisitas, un elemento que lo hace aún más increíble es que muchas veces estos géneros se ejecutan con instrumentos típicos nuestros, pero la guitarra a mi parecer tiene la capacidad de poseer y de mezclar muchísimo de esos colores que los estilos de nuestro país poseen, por ese motivo creo que es un título muy adecuado para este disco, que cuenta con una gran variedad de obras que permite apreciar esta idea”, explicó Manuel Trejo Barrios sobre el título del disco.
El repertorio incluye la Suite Venezolana de Antonio Lauro (compuesta originalmente para guitarra), Criollísima de Henry Martínez, La Suite No. 2 de Inocente Carreño (a dúo con Laura de Silva y también escrita para guitarras), Tarde de Lluvia de Eduardo Serrano, Preludio Criollo de Rodrigo Riera (A dúo con Eddy Marcano), la Serenata para Guitarra de Jesús Eduardo Álvarez Herrera, además de las piezas Vals de Dos Mundos y Tan Lejos y Tan Cerca de Alexandro Rodríguez. De esta forma el oyente disfrutará de valses, merengues, danzas, pasajes y coplas entre otros estilos de la música tradicional venezolana.
“Cuando trabajaba en mi tesis realicé una investigación de los compositores más relevantes para la guitarra en Venezuela y me encontré con una cantidad increíble de obras que poco a poco tuve que ir descartando, seleccionando las que mejor representasen la idea de los colores sonoros de mi país. Otra idea que tuve durante la selección fue intentar ejecutar piezas que no estuvieran aún publicadas en un disco como las de Henry Martínez, Alexandro Rodríguez y Eduardo Serrano. La idea es homenajear nuestro folklore con las obras de grandes compositores como Lauro y Carreño, combinando con el trabajo de autores modernos para darle un mayor impulso a nuestra música contemporánea. Muchos temas quedaron fuera pero se podría pensar en una segunda parte”, explicó el guitarrista.
Este disco representa además un valioso aporte a la cultura y a la música tradicional venezolana, porque entre los instrumentos principales para interpretarla están el arpa, cuatro y el bajo, pero la guitarra por si sola posee muchas de las cualidades de estos instrumentos, ejemplo de ello es el rasgueo del cuatro, que con la guitarra se puede emular en muchas ocasiones, igualmente los ritmos que el bajo mantiene para sostener y acompañar. La guitarra posee estas cualidades por sí sola, sucede lo mismo con los grandes arpegios que nos permiten imitar fácilmente al arpa llanera.
Nota de prensa / DCN