La investigación sobre la bebida artesanal que generó la muerte de 11 personas en Chivacoa, en el estado Yaracuy, hace menos de un mes arrojó que no solo contenía metanol, sino también restos de gasolina.
Supuestamente, los envases en donde prepararon el licor tenían restos del carburante, lo cual alteró aún más la bebida causando daños graves en los que lo ingirieron.
A pesar de ello, en el primer análisis que le realizaron a la bebida en el laboratorio de la destilería ubicada en Chivacoa arrojó que tenía 24.5 grados de etanol y 40 mil partes por millón de metanol, este último componente es altamente tóxico para el consumo humano.
Hasta ahora la prueba de toxicología, que es un análisis más avanzado, no está lista, pues fuentes confidenciales señalan que es un proceso largo para obtener el resultado y actualmente las muestras tuvieron que ser trasladadas al CICPC en Caracas.
También trascendió que las autopsias realizadas a las víctimas determinaron que la bebida artesanal les causó daños en diferentes órganos: esófago (esofagitis eritematosa), estómago (pangastritis eritematosa), hígado (hepatitis reactiva), colapso pulmonar y daño del sistema nervioso central.
Fuente: Yaracuy al Día