Los precios mundiales del café se han moderado en el último año por la perspectiva de una mayor producción, a pesar de un repunte en febrero, hasta casi 175 centavos de dólar (unos 165 céntimos de euro) por libra producida.
El último informe de la Organización Internacional del Café (OIC) indica que los precios medios por libra de café (unos 453 gramos) se incrementaron el mes pasado un 11,4 % respecto a enero.
No obstante, ante la mejora de la oferta, el índice compuesto de esta organización ha descendido más del 25 % desde febrero de 2022, cuando se disparó por encima de los 200 centavos (unos 189 céntimos).
El mercado de futuros de Londres creció en febrero el 9,8 % y la cotización en Estados Unidos se contrajo el 13,2 %, según la OIC.
En los cuatro primeros meses de cosecha, entre octubre y enero, las exportaciones de café sumaron cerca de 39,9 millones de sacos, el 6 % menos que en el mismo periodo de la temporada 2021-2022.
La caída es más pronunciada entre los cafés suaves (del 14 % en los de Colombia), frente a los menores descensos de las ventas de café natural de Brasil (-1,6 %) y de la variedad robusta (-2,9 %).
El jefe de Operaciones de la OIC, Gerardo Patacconi, detalla a EFE que la producción del año cafetero 2022-2023 se situará en 171 millones de sacos, frente a los 169 millones de 2021-2022; y el consumo ascenderá a 179 millones con respecto a los 176 millones del periodo anterior.
Estas cifras están en revisión y pronto se darán a conocer nuevas estimaciones, según Patacconi.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) eleva ligeramente las previsiones y sostiene en un informe reciente que la producción global de café 2022-2023 aumentará en 6,6 millones de sacos respecto a la cosecha anterior, hasta los 172,8 millones.
Atribuye la subida sobre todo a que la cosecha de arábica en Brasil ha entrado en el mejor año de su ciclo bienal de producción.
Según el USDA, el consumo de café en el mundo crecerá en 800.000 sacos, hasta los 167,9 millones, con un impulso principalmente en la Unión Europea, Estados Unidos y Brasil.
Y se calcula que las exportaciones de granos bajarán en tres millones de sacos, hasta 116,1 millones, ya que las pérdidas en Brasil, Vietnam y la India compensarán las ganancias en Honduras y Colombia, en tanto habrá una ligera subida de las existencias finales, hasta los 34,1 millones.
El analista Neil Rosser, que participó en la cuarta edición de la Guía del Café del Centro de Comercio Internacional (ITC), señala que el clima ha sido el «gran impulsor» de los precios del café verde en los últimos años.
Así ha ocurrido en Brasil, donde una serie de episodios de sequía, heladas y lluvias torrenciales han impactado en los cultivos, o en Colombia, con las últimas dos cosechas dañadas por las continuas lluvias asociadas al fenómeno climático de La Niña.
Otro problema es el alza de los costes de producción, según Rosser, que añade que el café requiere mucha mano de obra y muchos agricultores se han marchado del campo en regiones como Centroamérica, por lo que se necesita atraer más a los jóvenes.
La pandemia ha alterado los hábitos de consumo en muchos países, ha habido concentración de empresas comercializadoras y todavía quedan ciertos problemas logísticos, afirma el experto.
En su opinión, el consumo se mantiene a pesar de que el café es más caro, con tendencia a tomar mezclas más baratas en época de crisis.
Con información de EFE