Los 41 inmigrantes que murieron en incendio en una estación migratoria del Instituto Nacional de Inmigración (INM) de México, en Ciudad Juárez, estaban encerrados bajo llave y provocaron el incendio pensando en que los dejarían salir.
El medio local La Verdad consultó a fuentes gubernamentales, quienes confirmaron lo que inmigrantes sobrevivientes habían revelado: las víctimas habían sido expulsadas de Estados Unidos y estaban bajo encierro.
Se reporta que 37 hombres fallecieron en el lugar, al parecer intoxicados por la inhalación de humo, mientras otros cuatro personas murieron en un hospital.
La tragedia se originó en el área de alojamiento para hombres, donde había 68 personas, algunas de las cuales habían sido ingresadas unas horas antes, luego de un operativo de autoridades migratorias.
“La culpa la tiene migración, esto que está pasando es culpa de ellos”, dijo al portal Vianey Infante, una migrante venezolana, quien esperaba la liberación de su esposo.
La Procuraduría General de México (FGR) reveló que la mayoría de los inmigrantes encerrados en el albergue eran del Sudamérica y Centroamérica: un colombiano, un ecuatoriano, 12 salvadoreños, 12 venezolanos, 13 hondureños y 28 guatemaltecos.
Las instalaciones del INM están junto al puente internacional Lerdo-Stanton, frente a la Presidencia Municipal, a pocos metros de la frontera con EEUU.
El incendio habría iniciado alrededor de las 21:00 horas de Ciudad Juárez, según los reportes.
El INM investiga los hechos, pero en redes sociales activistas en derechos humanos exigen asumir responsabilidad por la tragedia y castigar a los culpables.
Con información de Foco Informativo