Ericsson deberá pagar 206 millones en caso que involucra a Estado Islámico

El grupo sueco de telecomunicaciones Ericsson anunció este viernes (03.03.2023) que pagará una multa de 206 millones de dólares a la justicia de Estados Unidos por romper un acuerdo de transparencia que alcanzó en 2019 con sus autoridades, tras ser acusado de operar durante años una trama de sobornos en varios países, que incluyen presuntos pagos al grupo yihadista Estado Islámico en Irak.

El pago de la multa le servirá al grupo sueco para dar por cerrado el acuerdo transaccional concluido en diciembre de 2019 con la justicia norteamericana. En aquel momento, y en virtud del acuerdo, Ericsson aceptó pagar 1.000 millones de dólares de multa por corrupción en otros cinco países (Yibuti, China, Vietnam, Indonesia y Kuwait).

La nueva multa se debe a que Ericsson no facilitó a la justicia estadounidense -cuya competencia universal en varios ámbitos le permite actuar contra grupos extranjeros- las conclusiones de una investigación interna relacionada con presuntos sobornos que daba cuenta de pagos sospechosos realizados entre 2011 y 2019 para facilitar el transporte por carretera en zonas controladas por Estado Islámico. El dinero habría terminado en manos del grupo radical, en la época en que controlaba parte del territorio iraquí.

Hoy es «muy diferente”

La Justicia de Estados Unidos explicó a través de un comunicado que «en numerosas ocasiones, Ericsson no cooperó plenamente y omitió la divulgación de pruebas y alegaciones de malas prácticas, en violación del acuerdo” de 2019. «Las compañías deben saber que examinaremos de cerca el respeto de todos los términos de los acuerdos de resolución de empresa, y que habrá graves consecuencias para aquellas que no cumplan con sus compromisos”, añadió.

El fiscal de EE.UU., Damian Williams, dijo que la empresa «no aprendió su lección y ahora afronta un alto precio por sus errores continuados”: se ha tenido que declarar culpable de dos nuevos delitos -relacionados con Yibuti y China- y pagar la multa adicional. La empresa explicó que la nueva multa no se trata de actividades ilegales, sino de fallos en la entrega de documentos e información.

El máximo ejecutivo de la compañía, Börje Ekholm, señaló que la empresa es «muy diferente» a la que fue acusada de sobornos y que ha hecho «cambios importantes desde 2017». Ekholm agrega que en una investigación interna no pudo establecerse que Ericsson «hiciera o fuera responsable de pagos a ninguna organización terrorista”.

Con información de DW – US LATM

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