El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó que su reforma electoral, conocida como «Plan B» y que entró en vigor este viernes, afecte la democracia y los comicios pese a las crecientes alertas de especialistas en México y el extranjero.
«Todo es un pretexto de los conservadores corruptos para enfrentar al Gobierno porque no hay ninguna afectación a los procesos electorales, mucho menos a la democracia, al contrario», expuso el mandatario en su rueda de prensa diaria.
El presidente defendió su «Plan B», como se llama al nuevo paquete de reformas legales que propuso después de que el año pasado fracasó su iniciativa constitucional que buscaba reemplazar al Instituto Nacional Electoral (INE), el órgano autónomo que organiza las elecciones.
La reforma recorta 3.500 millones de pesos (175 millones de dólares), elimina el 85 % del servicio profesional electoral, y permite al Ejecutivo intervenir en el padrón electoral, lo que afectaría las elecciones presidenciales de 2024, advirtió el jueves un análisis del Instituto de Investigaciones Jurídicas.
Pero López Obrador aseguró que la reforma «es para que haya jueces, consejeros, honestos, íntegros, incorruptibles, y que no cuesten tanto los aparatos burocráticos, que no le cuesten tanto al pueblo».
La reforma electoral, cuya constitucionalidad ahora analizará la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), despertó la semana pasada cuestionamientos del Departamento de Estado de Estados Unidos y congresistas estadounidenses.
«Hoy, en México vemos un gran debate sobre reformas electorales que están probando la independencia de las instituciones electorales y judiciales», tuiteó el domingo Brian Nichols, secretario asistente para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE.UU.
Además, cientos de miles de mexicanos marcharon en más de 100 ciudades el domingo en la protesta más grande contra una iniciativa de López Obrador.
El mandatario acusó a sus opositores de que “engañan, manipulan, a muchísima gente».
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, coincidió en que “la reforma electoral ha sido objeto de una serie de ataques, de una estrategia claramente diseñada desde las oposiciones, construida a base de falsedades”.
El funcionario detalló que el «Plan B» reforma la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la Ley General de Partidos Políticos, la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, la Ley General de Responsabilidades Administrativas y la Ley General de Comunicación Social.
Además, emite una nueva Ley General de Medios de Impugnación.
Con información de EFE