El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso detuvo el miércoles en la ciudad de Yekaterimburgo, la capital de los Urales, al periodista estadounidense Evan Gershkovich, de 31 años y corresponsal del diario The Wall Street Journal en Rusia, por presunto espionaje, informó este jueves el departamento de prensa de los servicios de inteligencias rusos.
Según publicó el portal dw.com, citando al servicio, «el FSB abortó las actividades ilegales del corresponsal de la delegación de Moscú del periódico estadounidense The Wall Street Journal y ciudadano estadounidense Evan Gershkovich, sospechoso de espionaje en interés del Gobierno de Estados Unidos».
La última nota de Gershkovich en el periódico, publicada hace dos días, habla sobre el desplome de la economía rusa.
De acuerdo con las autoridades de Moscú, el profesional de la prensa «recopilaba por encargo de la parte estadounidense informaciones secretas sobre las actividades de una de las empresas del complejo militar industrial ruso», en aparente referencia al grupo de mercenarios Wagner. El medio ruso independiente Meduza al menos así lo consignó en un artículo.
Meduza señaló en un artículo que el reportero estadounidense se encontraba en Yekaterimburgo recopilando informaciones sobre la actitud de la población rusa respecto al ejército privado Wagner, actualmente punta de lanza de la ofensiva rusa en el este de Ucrania. El periodista fue detenido frente a un restaurante, especifica el medio.
El FSB abrió en su contra una causa penal por espionaje que podía conllevar a una pena de cárcel de hasta 20 años. Según el periódico local Vechernie Novosti (Novedades Vespertinas), un lector fue testigo de la detención de un hombre en el centro de la ciudad. «Cuando se llevaban al detenido le cubrieron la cabeza con una camiseta para que los transeúntes no viesen su rostro», añadió el medio.
Antes de comenzar a trabajar para el diario estadounidense en 2022, Gershkovich fue corresponsal de la agencia AFP en Moscú y antes de eso del diario de lengua inglesa Moscow Times.
Wall Street Journal emitió un comunicado donde expresa su «profunda preocupación por la seguridad de Gershkovich» y negó «con vehemencia» las acusaciones, exhortando a Rusia a liberarlo. Mientras, la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, aseguró que el periodista fue «atrapado con las manos en la masa», realizando actividades sin «ninguna relación con el periodismo».