La defensora de derechos humanos Linda Loaiza confirmó su renuncia a un proyecto que se desarrollaba en la Universidad Metropolitana -Unimet-, en Caracas, luego de que esta casa de estudios entregó el título honorífico doctor honoris causa al historiador Germán Carrera Damas, quien presuntamente está vinculado al caso del Monstruo de Los Palos Grandes.
“En relación con la información que ha circulado en los medios de comunicación sobre mi renuncia al contrato para un proyecto que venía desarrollando con el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Metropolitana, quiero confirmar que efectivamente he renunciado al servicio que prestaba en calidad de consultora externa en un proyecto de derechos humanos”, dijo la abogada en un comunicado.
No hizo, sin embargo, mención en el texto a que su renuncia estaba vinculada al reconocimiento como “un ciudadano ejemplar” otorgado a Carrera Damas.
El caso del Monstruo de Los Palos Grandes, como se llamó a Luis Carrera Almoina, está directamente vinculado a Loaiza debido a que ella es la propia sobreviviente y él es, además de su victimario, sobrino del historiador.
A la familia Carrera la acusan de presuntamente entorpecer el proceso judicial. Para eso, habrían comprado jueces, opiniones, declaraciones, prensa y silenciar médicos expertos y abogados.
Hasta el momento, Linda Loaiza reclama justicia y denuncia la impunidad y complicidad del Estado venezolano.
NTN24 afirmó haber tenido acceso a una carta enviada por Loaiza a la Unimet notificando su renuncia.
“La tragedia que viví también pasó a formar parte de la memoria histórica de este país, pero para la universidad y para el honorable historiador eso no forma parte de sus modelos de hacer historia”, manifestó.
Los miembros del Centro de Derechos Humanos, a pesar de formar parte del cuerpo colegiado, aseguraron que no participaron en la decisión de distinguir al historiador, indicó el medio digital citando una fuente.
La Unimet, en un comunicado en el que anunció el reconocimiento a Carrera Damas, lo describió como “un importante historiador, ensayista y profesor universitario, considerado uno de los más destacados de Venezuela”.
Destacó además que “su obra es ampliamente reconocida en el ámbito académico” y que ha recibido numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera.
La universidad recordó que Carrera Damas es individuo de número de la Academia Nacional de la Historia, donde ocupa el sillón X. Y que ocupó importantes cargos en el país, como embajador en México, Suiza, Colombia y la República Checa y miembro correspondiente extranjero de la Academia Colombiana de Historia y de la Academia Mexicana de la Historia.
“Carrera Damas ha dedicado toda su vida al esfuerzo de comprender científicamente y divulgar nuestra historia. Sus méritos como notable historiador, educador y ciudadano ejemplar son rasgos que comulgan con los principios rectores de la Universidad Metropolitana”, expresó la universidad.
La investidura de la distinción ocurrió el lunes 15 de mayo y la presentación de Carrera Damas estuvo a cargo del también historiador Elías Pino Iturrieta.
Loaiza, secuestrada, torturada, mutilada y violada en 2001, denunció en noviembre del año pasado que el Estado venezolano no ha actuado en su caso luego de que se cumplieron cuatro años de la sentencia condenatoria de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“Esa sentencia no abrió ninguna puerta para que el sistema de Justicia venezolano hiciera algún gesto reivindicador de su nefasta actuación en mi caso”, expresó la abogada en ese momento a través de un comunicado publicado en Twitter.
“Esa sentencia sigue mostrando la cara inocultable de la impunidad sistemática en Venezuela”, una situación que, afirmó, da paso para que ocurran más crímenes contra niñas, adolescentes y mujeres.
La CIDH halló en 2018 responsable al Estado venezolano por los hechos de tortura y violencia sexual que sufrió Linda Loaiza, quien fue secuestrada el 27 de marzo de 2001 cuando tenía 18 años de edad. Cuatro meses después, el 19 de julio de ese mismo año, las autoridades lograron rescatarla en condiciones de salud muy delicadas cuando ella logró escapar.
“Sometida de manera continua a diversos actos de violencia física, verbal, psicológica y sexual, incluyendo la ingesta forzada de alcohol, drogas y medicamentos, privación de alimentos, reiteradas violaciones vaginales, anales y con objetos», determinaron los jueces de la CIDH. Además, recibió “golpes que le provocaron traumatismos contusos y hematomas en el rostro, los pabellones auriculares, el tórax y el abdomen, fractura de la nariz y la mandíbula, entre otros”.
Con información de El Nacional