El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, se reunieron este martes en Brasilia, donde expusieron sus diferencias sobre la guerra en Ucrania, pero convergieron en defender la Amazonia y avanzar en la transición energética.
En una comparecencia conjunta, Rutte, de visita oficial a Brasil, afirmó que habló con Lula sobre la invasión rusa «sin concesiones que puedan afectar a la soberanía de Ucrania», mientras que el líder progresista brasileño respaldó encontrar un «término medio» para poner fin al conflicto.
«Es la hora de la diplomacia, no es la hora de la guerra», afirmó Lula, quien busca formar un club de países neutrales que medien y pongan un punto final a la contienda, que se prolonga desde el 24 de febrero de 2022. Rutte reafirmó que Países Bajos «apoyará a Ucrania el tiempo que sea necesario» y le explicó a Lula que envían armas al Gobierno de Volodímir Zelenski porque se trata de una guerra «existencial» para Europa, no apenas «una amenaza» a sus valores.
LULA CONDENA LA INVASIÓN Y LLAMA AL DIÁLOGO
Lula, por su parte, insistió en que Brasil condena la ocupación territorial de Ucrania, pero al mismo tiempo rechaza la imposición de sanciones a Rusia y la apuesta de Occidente por armar a Ucrania, algo que considera que «estimula» el enfrentamiento.
Asimismo, señaló ante el primer ministro neerlandés que su Gobierno está haciendo un «esfuerzo muy grande» para construir ese grupo de países independientes dispuesto a encontrar una solución negociada, al que hoy invitó a India e Indonesia.
Y recordó que su principal asesor en asuntos internacionales, Celso Amorim, está en estos momentos en Ucrania para hablar con el presidente Zelenski. Antes, en abril, Amorim viajó hasta Rusia y se encontró con el mandatario Vladímir Putin.
«La continuidad de la guerra solo va a llevar a la muerte. Necesitamos encontrar a alguien que discuta la paz y Brasil está dispuesto a ello», apuntó Lula. En otro punto de discordancia, Rutte valoró positivamente los esfuerzos de Brasil en esa dirección, aunque consideró que cualquier tipo de diálogo o negociación debe desarrollarse «bajo liderazgo ucraniano».
COMPROMISO CON EL MEDIOAMBIENTE
Donde sí encontraron puntos en común ambos líderes fue en el compromiso de trabajar juntos hacia una economía verde. Rutte reconoció que Brasil es un «líder» en las cuestiones del clima y celebró que el país esté «de vuelta» y «activo» en el escenario internacional, tras los 4 años de gestión del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
También aplaudió los «esfuerzos» de Lula por acabar con la deforestación en la Amazonia, que continúa en niveles elevados, y recordó que Países Bajos ya actúa en la región con proyectos para garantizar «cadenas de valor sostenibles», especialmente en el ámbito de la agricultura.
El jefe de Estado brasileño aprovechó la oportunidad para subrayar que no quieren transformar la Amazonia «en un santuario de la humanidad», pues allí viven 30 millones de personas, y al mismo tiempo destacó que es posible hacer viable económicamente la región «sin derribar un árbol». «Tenemos que preservar la Amazonia en nombre de la supervivencia de la especie humana y vamos a acabar con la deforestación hasta 2030», reafirmó.
En este contexto, en la reunión hablaron sobre «expandir más la relación bilateral», sobre todo en temas como la transición energética, pues ambos países tienen «el conocimiento» y el «saber hacer», según Rutte.
«Países Bajos es un país muy importante en la discusión sobre la transición energética y Brasil puede transformarse en un símbolo mundial y ofrecer al mundo la experiencia más exitosa de una matriz energética totalmente limpia», apuntó Lula.
En este sentido, manifestó que Brasil va a meterse de lleno en la producción de hidrógeno verde, algo de lo quieren sacar provecho con Europa. Rutte se encuentra de visita oficial a Brasil, en un viaje de tres días en el que ha venido acompañado de una comitiva de empresarios y que incluye paradas en Sao Paulo, Brasilia y Fortaleza.
Tras la reunión bilateral, Lula ofreció una cena a la comitiva neerlandesa en el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil. Rutte concluirá su visita este miércoles en Fortaleza, capital del estado de Ceará, para conocer in situ la terminal portuaria de Pecém, que cuenta con una asociación de 75 millones de euros con el puerto de Rotterdam.
Con información de EFE