La ONG Proiuris refleja en su reciente reporte de investigación “Mujeres Dejadas Atrás”, realizado como resultado de la documentación realizada entre abril de 2021 a marzo de 2023, el alerta sobre la aguda situación económica que enfrentan los hogares venezolanos y la prevalencia de la aspiración de emigrar, principalmente para procurar mejores condiciones económicas, pero también para reunificarse con los familiares que emigraron.
Las penurias en los casos documentados por Proiuris se han exacerbado por la ruptura del núcleo familiar a causa de la emigración, con especial sobrecarga en las mujeres que se quedaron en Venezuela, caracterizada por la falta de ingresos para cubrir necesidades básicas en Venezuela, las dificultades para acceder a servicios públicos esenciales, y la obligación de asumir nuevos roles en las dinámicas del hogar para suplir la ausencia de los que se fueron.
Según el informe la inflación en Venezuela cerrará en 2023 en más de 400%, de acuerdo a estimaciones extraoficiales, y las proyecciones actualizadas anticipan un crecimiento económico para 2023 de apenas 2%, quebrando la narrativa que se había tejido sobre la recuperación económica de Venezuela, y empujando a más venezolanos a salir de la frontera.
Entre marzo de 2022 y marzo de 2023 el número estimado de migrantes venezolanos en el mundo aumentó en más de 1 millón, y los flujos en lo que va del presente año confirman que las causas que han motivado la emigración continúan vigentes.
La Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) calcula que 7.2 millones de venezolanos se encuentran fuera del país, un aumento de más de un millón desde la estimación realizada un año antes.
Este año se viene registrando en los reportes procesados por R4V un aumento promedio de 36 mil migrantes cada mes, cifra que podría acelerarse en los próximos meses.
Proiuris prevé que en los próximos meses aumente el flujo de salidas por las fronteras terrestres y marítimas con Colombia, Brasil y las islas del Caribe. El reciente aumento de venezolanos cruzando por la selva de El Darién, -más de 40 mil durante el 2023, según reportan autoridades panameñas-, es un reflejo de la crisis compleja que todavía persiste en el país y que el Estado venezolano insiste en invisibilizar y renegar.
En vista de esta angustiante realidad, se vuelve prioritario que la comunidad internacional redoble esfuerzos para procurar apoyo a los venezolanos, y a los países de acogida para garantizar protección a los migrantes, promover proyectos de integración y desarrollo y evitar que sean víctimas de violencias, trata y tráfico de personas, xenofobia y estigmatización.
Con información de Fe y Alegría.