El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, viajará la semana que viene a Arabia Saudí para participar en reuniones de la coalición internacional contra el grupo Estado Islámico (EI) y del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
Además, tiene previsto mantener encuentros bilaterales con sus interlocutores saudíes sobre defensa, seguridad y alianzas económicas.
Blinken viajará del 6 al 8 de junio a Riad, donde el día 7 participará en una reunión ministerial del CCG y, el 8, hará de coanfitrión en un encuentro de la coalición internacional contra los yihadistas.
Con este viaje Estados Unidos tiene intención de abordar numerosos asuntos bilaterales, pero también de carácter global, lo que incluirá una conversación profunda sobre Rusia y otra sobre el papel que Riad y Washington están teniendo para propiciar negociaciones entre las dos partes en conflicto en Sudán.
En una llamada con la prensa para explicar la agenda de Blinken en este viaje, el vicesecretario adjunto para Asuntos de la Península Arábiga del Departamento de Estado, Daniel Benaim, recalcó que la cooperación de Washington con Riad en materia de defensa y seguridad «sigue siendo fuerte» y supone el «cimiento» de la estrategia de defensa estadounidense en la región.
Benaim aseguró además que el jefe de la diplomacia estadounidense pondrá sobre la mesa la defensa de los derechos humanos ante las autoridades saudíes, un «pilar» de sus compromisos en la región, aunque a preguntas de los periodistas no quiso elucubrar sobre las conversaciones o demandas que Blinken vaya a tener sobre este asunto.
Uno de los principales eventos de la agenda Blinken en este viaje es la reunión de la coalición internacional contra el EI, que, según explicó el subenviado especial para dicha coalición, Ian J. McCary, está centrando sus esfuerzos en este momento en África y Asia Central.
Concretamente destacó la labor en África en la lucha contra grupos violentos que adoptan la ideología del EI y que están «atacando a gente inocente, destruyendo economías locales» en las zonas que tratan que controlar, pero también «quemando escuelas y centros de salud y extorsionando a las comunidades».
La coalición, explicó McCary, trabaja con los Gobiernos africanos para darles capacidad para luchar contra el terrorismo y ayudar a sus comunidades a recuperar la estabilidad.
En el caso de Siria e Irak recordó que la misión ha cambiado y ya no es militar, porque el EI no controla esos países, pero hay numerosos problemas de carácter humanitario, entre los que citó el del campo de refugiados de Al Hol, en el noreste de Siria.
Señaló que la coalición debe concentrarse en sacar el mayor número de gente posible de ese campo y devolverlos a sus países y mejorar las condiciones sanitarias, y servicios como el educativo o de alojamiento para quienes no puedan regresar aún.
La mayor parte de los habitantes de Al Hol son mujeres y menores vinculados al EI.
Durante esa reunión, Blinken anunciará una nueva e importante aportación económica a la coalición.
En sus compromisos en materia bilateral, los funcionarios estadounidenses recordaron los relativos a la seguridad, pero también alianzas económicas como la de Boeing, con la compra por parte de Arabia Saudí de 78 aviones al fabricante estadounidense.
Un acuerdo que, recalcó Benaim, supone 140.000 empleos directos e indirectos a lo largo de Estados Unidos.
También estará presente Sudán: Tras destacar el «incalculable» papel que está teniendo Riad como mediador en las conversaciones de las partes en conflicto, Benaim señaló que Estados Unidos considera que habrá que esperar a que ambos lados demuestren su compromiso con un alto el fuego para propiciar una reanudación de dicho diálogo.
Con información de EFE