La polaca Iga Swiatek, número 1 mundial, defendió con éxito su corona en Roland Garros, la tercera que logra, al batir a la checa Karolina Muchova (43ª) por 6-2, 5-7 y 6-4, este sábado en una final de altísimo nivel que deleitó a la Philippe Chatrier.
Swiatek ganó también Roland Garros en 2020 y se convierte en la primera jugadora que repite título desde que lo hiciera Justine Henin hace 16 años. La belga se impuso en 2003, 2005, 2006 y 2007.
Acostumbrada a los paseos militares durante sus partidos precedentes, salvo la semifinal ante la brasileña Beatriz Haddad Maia (14ª), que le dio algo más de trabajo, Swiatek tuvo que emplearse a fondo para vencer en dos horas y 46 minutos.
La polaca de 22 años, gran dominadora del circuito, suma cuatro torneos de Grand Slam. A su colección en Roland Garros se añade el US Open 2022.
Muchova, de 26, se va de París como la gran revelación del torneo. No ganó, pero su estilo exuberante, agresivo con la derecha y brillante con la volea, enamoró a la Chatrier y descubrió ante el gran público el secreto que el circuito femenino ya conocía: su ranking no refleja la realidad, su tenis es propio de una Top-10.
Swiatek empezó el duelo apretando el acelerador, un arreón inicial que en Roland Garros le sirvió para avanzar en rondas precedentes.
En diez minutos de juego dominaba 3-0 ante una Muchova, que no había pasado de la tercera ronda en Roland Garros, a la que le costaba meterse en el partido.
Poco a poco empezó a recordar a la jugadora que en semifinales remontó ante Aryna Sabalenka (2ª) en el mejor duelo del torneo.
Pero los primeros ‘brotes verdes’ de su brillante tenis no le sirvieron para alcanzar a la polaca, que amarró sin dificultad la primera manga.
El aviso estaba ahí y en la segunda manga, a pesar de una rotura inicial, Muchova tomó los mandos. Recuperó el ‘break’ y empezó a sacar de quicio a la polaca, normalmente imperturbable, un ejemplo de autocontrol en el planeta tenis.
El clímax del duelo llegó cuando Muchova cerró la segunda manga, con su tercera bola de set, al ganar un punto en el que movió a Swiatek con tres impecables voleas. La Chatrier se puso de pie para aplaudir a dos jugadoras que se conocen a la perfección porque son habituales compañeras de entrenamiento.
Swiatek perdió el control durante unos minutos. Inició la manga definitiva con una doble falta que entregó un ‘break’ a Muchova, impecable al servicio para consolidar su ventaja.
Pero la número 1 no había dicho la última palabra. Volvió a ordenar su juego y acertó con una rotura: 2-2 y el partido entraba en terreno desconocido.
Swiatek hizo valer su experiencia. Muchova, muchos minutos en pista durante el torneo, cedió ante el último empujón de la polaca. Ambas se llevaron un gran aplauso.
Con información de Banca y Negocios