La crisis del Gobierno colombiano subió de tono con las amenazas de Armando Benedetti, exembajador en Venezuela, de contar lo que sabe sobre la financiación de la campaña electoral del presidente Gustavo Petro, un episodio de «fuego amigo» que ha frenado la discusión en el Congreso de las reformas a la salud, laboral y de pensiones.
Todo comenzó hace dos semanas cuando se conoció el supuesto hurto de un maletín con dinero de la casa de la ahora exjefa del Gabinete de Petro, Laura Sarabia, lo que dio pie a unas interceptaciones ilegales de la presunta responsable, caso al que acabó vinculado Benedetti como supuesto instigador de filtraciones a la prensa.
Ambos dejaron sus cargos el pasado viernes pero la tormenta, lejos de amainar, arreció el domingo por la noche cuando la revista Semana publicó mensajes de audio enviados por el exembajador a Sarabia, muy enfadado por el trato recibido de Petro pese a que se les consideraba muy cercanos por haber sido Benedetti uno de los impulsores de su campaña electoral.
En los audios se escucha a un iracundo Benedetti amenazar, con toda clase de vulgaridades y ofensas, con revelar secretos de la financiación de la campaña presidencial de Petro, asegurando a Sarabia que si él abre la boca «nos hundimos todos, nos acabamos todos, nos vamos presos».
Petro, por su parte, respondió que en su Gobierno «ni se han aceptado chantajes sobre cargos públicos o contratos, ni se han recibido en la campaña dineros de personas ligadas al narco, ni mucho menos se ha manejado cifras como 15.000 millones (de pesos, unos 3,4 millones de dólares) por fuera de nuestra contabilidad».
«Yo no acepto chantajes, ni veo la política como un espacio de favores personales», manifestó el presidente en un extenso tuit.
A Benedetti también le respondió el canciller colombiano, Álvaro Leyva, quien cuestionó su credibilidad porque el mismo exembajador reconoció este lunes en una entrevista que tiene problemas con las drogas.
«Me parece muy gracioso. En medio de todo este movimiento de noticias, a Benedetti cómo se le puede creer. Él mismo dice ‘yo soy un drogadicto», dijo Leyva a periodistas.
El escándalo tuvo repercusiones en el Congreso donde el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, que hace parte del gobernante Pacto Histórico, dijo este lunes que «se congela» la discusión de las reformas del Gobierno.
Racero aseguró que las discusiones se detienen hasta que se pueda «reconstruir la coalición de Gobierno», que ya había perdido los apoyos del partido de la U y de los conservadores en las últimas semanas por la polémica reforma a la salud.
Políticos de diversos sectores pidieron a Petro explicaciones por lo que dice Benedetti en los audios y le recordaron que la majestad del cargo implica asumir todas las responsabilidades.
«El poder viene siempre con una gran responsabilidad. Mientras más se tiene, mayor es la obligación de rendir cuentas y dar explicaciones. En momentos de crisis de confianza, los ciudadanos esperamos una actitud de apertura, razonabilidad y transparencia», dijo en Twitter Alejandro Gaviria, quien fue ministro de Educación hasta febrero pasado.
Antes de explicar lo ocurrido, el mandatario publicó una foto con Sofía, una de sus hijas, acompañada del mensaje: «¿Intranquilos? ¡Qué va!».
Frente a esa publicación, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, que ha tenido rifirrafes con el jefe de Estado, escribió: «Presidente Petro el país entero espera de usted una respuesta seria y completa, no un tuit provocador y evasivo. No es solo su persona, su investidura y su Gobierno lo que está en entredicho».
Por su lado, el excandidato presidencial Federico Gutiérrez pidió la renuncia de Petro. «Hoy lo que ya sabemos con las últimas declaraciones es que estamos también frente a un Gobierno ilegal», dijo Gutiérrez en la Cámara de Representantes, donde acudió a denunciar al presidente ante la Comisión de Acusaciones por delitos relacionados con financiación ilegal de campañas.
Igualmente, Sergio Fajardo, exalcalde de Medellín y excandidato presidencial, le dijo al mandatario que debe tener «la certeza de que el caos en el que tiene hoy a Colombia, si usted no rectifica pronto con la verdad, se convertirá rápidamente en hecatombe».
Sarabia, por su parte, aseguró que se defenderá de «los ataques indignantes y humillantes» que recibió de Benedetti.
Entre tanto, el Consejo Gremial Nacional (CGN), que reúne a 22 de los sectores más representativos del país, pidió «que se realicen las investigaciones con celeridad y transparencia y rodear las instituciones».
El CGN también expresó «su preocupación por el contenido de las recientes revelaciones públicas que insinúan la posible ocurrencia de conductas que afectan la transparencia del proceso democrático y la legitimidad de las instituciones».
Con información de EFE