Luego de permanecer unos cuatro años aglutinados en torno a Juan Guaidó, quien ahora está exiliado en Estados Unidos, la oposición ya se puso en marcha para, a través de las elecciones primarias, ungir a un candidato único que le haga frente a Nicolás Maduro en 2024.
Una de las aspirantes es María Corina Machado, conocida por su postura radical desde tiempos de Hugo Chávez, siendo una de las pocas personas en enfrentarse cara a cara al entonces presidente con su célebre frase: “Expropiar es robar”.
El precio por pagar, en ese entonces, fue caro: inhabilitación, agresiones, persecución, prohibición de salida del país y constantes amenazas de cárcel. Ahora, encabeza las encuestas con una intención de voto por encima de 50%, dándola como ganadora en ese proceso interno de la oposición que se realizará el 22 de octubre.
EL TIEMPO conversó con Machado, quien asegura que una de las primeras cosas que hará si gana las primarias será llamar al presidente Gustavo Petro y pedirle que use esa cercanía con Maduro para permitir el voto de los venezolanos en el exterior en las presidenciales.
—¿Cuál es su bandera para ganar la elección primaria opositora?
—Venezuela está muy clara sobre lo que representa esta oportunidad para 2024. Es decir, solo imaginarse que este sistema puede extenderse unos años más aterra a cualquier venezolano. Este es un sistema del mal que ha destruido todo. Es un sentimiento muy profundo que hace que esta lucha, más que una contienda electoral convencional, sea realmente una lucha espiritual entre el bien y el mal.
—¿Cuáles serán los escenarios hasta el día de la elección?
—Ha sido un proceso arduo. Lo que estamos viendo es que el régimen ha puesto al proceso de primarias todas las amenazas contra mí. Efectivamente tienen miedo, no es que me tengan miedo a mí, le temen al pueblo de Venezuela.
—Vemos indicios de que puedan encarcelarla o que llegue a ocurrir esa presión que pasó en años anteriores con líderes como Leopoldo López…
—Todos los días me acusan de algo nuevo: desde que no hay gasolina, que no hay gas, que no hay comida, del calentamiento global. El régimen termina acusándome y ponen en práctica todo por lo que están siendo investigados por la Corte Penal Internacional (CPI), que es la construcción de expedientes falsos con los cuales han apresado y torturado a muchos venezolanos inocentes. Entonces siempre tienen como engavetada esa posible extorsión con el fin y la amenaza de inhabilitarme porque yo no estoy inhabilitada y la respuesta es que yo no soy extorsionable y el régimen lo sabe. Ya a estas alturas es demasiado tarde para estar amenazando con estas maniobras y vamos a llegar hasta el final.
—Usted, por ejemplo, no puede salir del país. ¿Qué le impide al régimen tomar medidas en contra suyo?
—La única forma de impedir que sigan avanzando en atropellos es la construcción de la fuerza ciudadana y la alineación de todo lo que es interno y externo con una transición pacífica y ordenada. El régimen saqueó el país, no tiene liquidez, no puede endeudarse más y es muy tóxico frente al mundo. Maduro creía que Petro le iba a conseguir legitimidad. Lo mismo le ocurrió a Lula (el presidente de Brasil) que trató de hacer una emboscada a presidentes de América Latina para establecer Unasur y fíjense lo que le ocurrió. En las primarias del 22 de octubre tendremos una victoria arrolladora y tendremos entonces las condiciones para poder plantearle al mundo un escenario de una verdadera negociación que nos permita encaminarnos hacia el 2024.
—¿Esta oposición actual en Venezuela está cohesionada?
Han sido 22 años muy largos enfrentando un sistema de mafias que con toda la tecnología han sabido penetrar a muchos sectores de la sociedad. Hemos tenido momentos de una gran cohesión y, lamentablemente, por muchas razones, eso se ha fracturado. Por eso creo que la primaria es una oportunidad.
—¿Qué elementos tiene la oposición en este momento para hacerle frente a Nicolás Maduro?
Un espíritu para una lucha muy dura. Hay que llamar las cosas por su nombre: un sistema criminal. Estos éxitos y fracasos nos han ido preparando. Es decir, estamos construyendo una legión ciudadana porque entendemos lo que está en riesgo. Tengo confianza en el seno de las Fuerzas Armadas, hay ese anhelo de libertad, de justicia y de reencuentro de nuestra familia. La Fuerza Armada tiene una histórica tarea que implica ser fieles a la Constitución y a su juramento y es garantizar la integridad y el respeto a la soberanía popular en las elecciones.
—Pasando al terreno internacional, un grupo de demócratas le pidió a Biden abandonar la máxima presión contra Maduro, ¿qué opina?
—Yo creo que si algo tuvo éxito en los últimos meses fue que el régimen creó toda esa ilusión, ese maquillaje, de que el país estaba mejorando porque Venezuela estaba mejor y abrían bodegones y abrían restaurantes con escenarios obscenos de gasto y de tiendas de productos multimillonarios. Y no, no es que el país está mejorando, se desvaneció, explotó, así como explotó la idea de que iban a ver grandes inversiones petroleras y que iba a llegar a un millón de barriles diarios. De modo que esa estrategia de normalizar a Venezuela, que la aderezaron con la idea de que Maduro era invencible y que había que aguantarlo, también se desplomó porque Venezuela despertó. En estos últimos meses eso ha hecho que los países que eran parte o fueron convencidos de esa narrativa, digan: ya va. En el 2024 Maduro va a ser derrotado y este es un movimiento irreversible.
—¿Sigue creyendo que Colombia va rumbo a convertirse en lo que ha sucedido con Venezuela?
—La última vez que estuve en Colombia, hace mucho tiempo, tuve la oportunidad de hablar en el Congreso y no podían creer que un proceso de destrucción de todas las instituciones democráticas, de entrega de nuestro territorio a la guerrilla, al narcotráfico, a los grupos terroristas, no iba a repercutir en Colombia. La sociedad colombiana está reaccionando de manera atinada, creo que tener 3 millones de venezolanos en su seno también ayuda. Hay que impedir esas señales tempranas que demuestran que el proceso puede ser muy peligroso y, desde luego, las instituciones que ustedes tienen hay que cuidarlas.
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