El sacerdote Enrique Antonio “Kike” Alaña Morillo, expulsado por la Arquidiócesis de Caracas presuntamente por delitos de abuso sexual, aseguró que es inocente de las acusaciones en su contra.
En un video enviado a los medios de comunicación, Alaña Morillo contó que fue notificado sobre la acusación de abuso en 2021 durante una visita a la residencia del cardenal.
«Cuando escucho la noticia, salgo de la casa del señor cardenal con la cabeza gacha por el dolor de esa acusación asquerosa pero al mismo tiempo con la frente muy en alto porque, como lo he manifestado desde el principio, soy inocente», dijo.
Explicó que entonces la Fiscalía General de la República abrió una investigación en su contra y simultáneamente la Iglesia también inició las averiguaciones.
Alaña indicó que año y medio después la investigación de la Fiscalía determinó que no existe ningún elemento de convicción para poder acusarlo. «Eso me hace inocente», dijo.
Sin embargo, el 24 de febrero de 2023 una notificación desde Roma incluyó un mandato que decía que debía ser dimitido.
Un comunicado publicado en redes sociales por la Arquidiócesis de Caracas señaló que la decisión fue tomada después de una «investigación previa a tenor del canon 1717, luego por mandato de la Santa Sede, en Roma, habiéndose cumplido un proceso administrativo penal (interno) de la Iglesia Católica».
El documento destacó que en adelante la Iglesia católica no reconoce a Enrique Alaña Morillo como sacerdote.
Aunque el texto no indica el delito o los delitos cometidos, Alaña Morillo confirmó en el video que se trató de una acusación de abuso sexual contra un menor de edad.
Aseguró que desde el primer momento contó con el apoyo de la familia del niño con el que fue involucrado e incluso les agradeció por su apoyo y solidaridad.
«Son los primeros que se manifestaron a mi favor porque me conocen y están agradecidos por lo que hice por el niño y toda la familia», manifestó.
Alaña Morillo era párroco en la iglesia de Cumbres de Curumo en Caracas. Además, fundó la plataforma Arca Iberoamérica, que en su sitio web asegura que tiene presencia en Estados Unidos, México, Centroamérica, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Argentina y Chile.
«Quiero aprovechar la oportunidad para perdonar a todos aquellos que se han esmerado en tachar mi imagen, en perjudicarme, en exponerme. Si pensaron que me estaban haciendo daño, todo lo contrario, me fortalecieron», concluyó.
Con información de El Nacional