Por el delito de violencia sexual agravada y psicológica continuada fue condenado a pagar 13 años y 10 meses de cárcel Richard Jesús Revilla Arias, de 44 años de edad, tras una denuncia colocada ante el Ministerio Público el pasado 25 de mayo de 2021.
El sujeto fue imputado por el abuso sexual cometido contra una niña, de 10 años de edad. Era un amigo de los padres de la menor que se aprovechó de la cercanía que tenía con su víctima para violarla consecutivamente. También la obligaba a verlo cuando se masturbaba.
Estas aberraciones ocurrían en una casa ubicada en la parroquia Carirubana de la referida entidad. La madre de la menor denunció el hecho ante las autoridades luego de percatarse de una serie de cambios en el comportamiento de su hija, los cuales llamaron mucho su atención.
Trascendió que la niña redactó una carta y se la entregó a su madre explicándole con detalles que Revilla Arias la ultrajaba. Autoridades del Ministerio Público y de la Dirección de Investigación y Estratégica Preventiva de Polifalcón, ejecutaron la captura del sujeto.
Los investigadores del caso entrevistaron a la niña y les reveló que había sido abusada de manera continua por Revilla Arias, quien además le tocaba sus partes íntimas cada vez que podía y le pedía que lo observara haciendo actos lascivos.
Tras la práctica de los análisis médicos y psicológicos pertinentes, las autoridades confirmaron el abuso sexual sufrido por la niña. En consecuencia, el sujeto resultó aprehendido por funcionarios de Polifalcón en su misma residencia ubicada en el centro de Punto Fijo.
En el juicio, la Fiscalía 16ª de Falcón ratificó la acusación en contra de Revilla Arias por violencia sexual agravada y violencia psicológica continuada, informó el Ministerio Público mediante una nota de prensa en su portal de noticias.
Posteriormente, el Tribunal 1° de Juicio de esa jurisdicción dictó una condena de 13 años y 10 meses contra el acusado y fijó su reclusión en la sede de la Dirección Investigación y Estratégica Preventiva de Polifalcón, situada en Paraguaná.
Fuente: La Verdad