La policía de Kenia dispersa con gases lacrimógenos las nuevas protestas de la oposición
La policía de Kenia usó hoy gases lacrimógenos en varias partes del país para dispersar las protestas convocadas por la oposición contra una subida de impuestos, en medio de tensiones por la fuerte represión de las manifestaciones anteriores, que dejaron decenas de muertos.
Las principales carreteras de Nairobi amanecieron desiertas este miércoles y muchas tiendas y negocios han permanecido cerrados toda la mañana, por temor de posibles disturbios.
Las autoridades también han ordenado el cierre de los colegios en varias partes del país hasta al menos el próximo lunes.
Pese a la visible tensión en las calles, centenares de kenianos protestaron en Nairobi y otras ciudades del país, como Kisumu (oeste), Mombasa (sur) y Nakuru (centro).
En algunas partes levantaron barricadas y quemaron neumáticos en las carreteras para intentar impedir el paso de la Policía, que ha desautorizado las manifestaciones.
«Si bien el Artículo 37 de la Constitución garantiza el derecho de reunión y manifestación, las protestas recientes, que dejaron destrucción de propiedades, lesiones y pérdidas de vidas, indican claramente que no son más que una amenaza para la seguridad nacional», señaló en un comunicado este martes el inspector general de la Policía keniana, Japhet Koome.
Está previsto que las protestas, convocadas por el líder de la oposición de Kenia, el ex primer ministro Raila Odinga, se prolonguen hasta el próximo viernes.
En el último año, el opositor ha liderado numerosas protestas en contra de la subida de los precios de los alimentos básicos y del Gobierno del presidente William Ruto, a quien acusa de haber manipulado los resultados de las elecciones de agosto de 2022.
Así, Odinga -que obtuvo el 48,85 % del sufragio- no reconoce los resultados electorales, pese a que el Tribunal Supremo rechazó su recurso contra el triunfo de Ruto, con el 50,49 % de los votos.
A menudo, las fuerzas de seguridad disparan tanto munición real como gases lacrimógenos para dispersar sus manifestaciones.
La semana pasada al menos 23 personas murieron en las últimas protestas convocadas por el opositor, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
Además, las ONG pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) documentaron las muertes de al menos 16 personas en las manifestaciones del pasado mayo, la mayoría por los disparos o los golpes de las fuerzas de seguridad kenianas.
La tensión y el descontento social han ido en aumento en las últimas semanas, después de que el presidente aprobase el pasado 26 de junio una nueva ley que, entre otras medidas, supondría la subida de los impuestos sobre el combustible hasta el 16 %.
Con información de EFE