El primer ministro de Nueva Zelanda, Chris Hipkins, dijo este lunes que el Indopacífico se está convirtiendo en una región «más disputada, menos predecible y menos segura» a medida que crece la influencia económica de China y su deseo de ser más asertiva en su política exterior.
«El ascenso de China y la forma en que trata de ejercer su influencia es también uno de los principales factores de la creciente competencia estratégica, especialmente en nuestra región, el Indopacífico», dijo Hipkins durante la Cumbre Empresarial China celebrada en la ciudad neozelandesa de Auckland.
Al expresar su preocupación por el empeoramiento del entorno estratégico y el aumento de las tensiones en el Indopacífico, en particular en lugares como el Mar de China Meridional y el Estrecho de Taiwán, Hipkins recordó que su país tiene «intereses directos» en esas zonas por donde pasan una gran parte de las exportaciones neozelandesas.
«Por lo tanto, nos centramos en la necesidad de que las tensiones se gestionen cuidadosamente y se reduzcan en interés de toda la región. Y esperamos que China desempeñe su papel en este sentido», recalcó Hipkins en un discurso publicado hoy por su despacho.
La alocución del mandatario de Nueva Zelanda, país miembro de la alianza de inteligencia «Cinco Ojos» (junto a Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá), se da después de que este se reuniera en junio con el presidente chino, Xi Jinping, durante un viaje a China al frente de una delegación empresarial neozelandesa.
Nueva Zelanda, cuyo principal socio comercial es China, ha incrementado en los últimos años sus críticas a Pekín, especialmente en materia de derechos humanos, y expresado su preocupación por la estabilidad del Pacífico ante la creciente influencia china en esta región estratégica mediante acuerdos de cooperación y créditos blandos para el desarrollo de infraestructuras.
Las alarmas en Nueva Zelanda, así como de Estados Unidos, Australia y varios países insulares del Pacífico, saltaron con el pacto de seguridad que firmó China con Islas Salomón en abril de 2022, que se negoció de forma opaca e incluye el envío de fuerzas de seguridad chinas al territorio insular si Honiara lo requiere.
Pese a las tensiones estratégicas y competencia en la región del Pacífico, Hipkins aseguró que su gobierno seguirá dialogando con Pekín, cooperando en las áreas de interés común, «preservando, protegiendo y promoviendo» los intereses de Nueva Zelanda y trabajando con otros socios internacionales.
«Esto plantea retos a los países pequeños como Nueva Zelanda, cuya prosperidad y seguridad dependen de la estabilidad y previsibilidad de las normas internacionales», acotó Hipkins al insistir que la relación de su país con China seguirá «requiriendo una gestión cuidadosa».
Con información de EFE