Ya en EE UU se deberían haber dado cuenta de que la posibilidad de levantar sanciones a cambio de democracia dejó de ser una zanahoria atractiva y cada vez le interesa menos al gobierno venezolano. La resiliencia que ha demostrado todo este tiempo para soportar presiones y amenazas, y, aún así, sostenerse en el poder, no la van a sacrificar tomando el riesgo de promover una elección que vayan a perder.
Porque hasta las encuestadoras afines a la revolución muestran una caída fuerte en la popularidad, mientras que, al mismo tiempo, muestran que hay un aumento en la oposición, no solo en la percepción positiva de la gente, sino que cada vez hay más gente, de la que antes estaba escéptica, y que ahora está dispuesta a participar.
La posibilidad del trade off mencionado de sanciones por democracia, de tanto en tanto, vuelve a la superficie, y cada vez con el detalle de los intereses que, en cada momento, los promotores, que no son siempre los mismos, le adicionan la pieza de información que les conviene.
La pieza nueva que esta vez va pegada a los condicionamientos, dicen que, para EE UU, María Corina Machado no sería la candidata aceptable, sino que, oh sorpresa, sería Henrique Capriles. Siendo que, en una encuesta con alta credibilidad, se le preguntó a 76,1% de la gente que no votaría por Maduro y el chavismo en una elección presidencial: “¿De los siguientes posibles candidatos en unas elecciones primarias de oposición, por cual candidato votaría?”. Y la respuesta fue 65,36% para María Corina Machado, 8,77% para Henrique Capriles, y 8,62% para Delsa Solórzano.
Y si se considera que la voz de Venezuela que escucha el gobierno y el Congreso de EE UU, sigue siendo Juan Guaidó, luce difícil que él recomendara algo así.
Por otra parte, según los voceros de la Casa Blanca, dejaron claro que “si Venezuela toma medidas concretas para restaurar la democracia y que resulten en la celebración de elecciones libres y justas, entonces nosotros estaremos preparados para brindar el alivio correspondiente en sanciones». Y un comentario de la misma fuente que puso sobre la mesa que no tienen una “paciencia infinita”, dijo que “sería muy triste que, en vez de flexibilizar sanciones, tengamos que endurecerlas”.
Por otra parte, y como muestra de que el gobierno no cree mucho en esos trueques, redobló la apuesta con el perfil de los miembros del nuevo CNE, la inhabilitación de MCM, y el ataque a las primarias. Todo indica que el gobierno privilegia la permanencia en el poder, por encima de alivianar sanciones.
No hay nada nuevo, y no debería esperarse un cambio en la posición del gobierno de EE UU. Es posible que se consiga alguna comfort letter para alguna petrolera extranjera, pero no cambiará mucho el perfil de producción de Pdvsa, pese a que ha ido sosteniéndose en la cota de 650 mil a 700 mil bdp, que ya de por sí es positivo, pero muy lejos del millón de barriles diarios que se planteó como meta el gobierno.
Es que ya no se trata solo de las limitaciones de la OFAC, sino principalmente del deterioro de la infraestructura por la falta sostenida de mantenimiento y de inversión. Y tal vez esa sea una de las razones extra por las que el gobierno no reacciona a mejorar las condiciones electorales. Tal vez sea porque así les levanten las sanciones, la capacidad de recuperación, así como estamos, sería muy difícil de lograr.
La política de esta semana se centró en declaraciones de Antonio Ledezma, quien, si bien reside en Madrid, las hizo desde Miami, lo cual desató una reacción del chavismo que pidió captura y extradición. Más allá de si tuvieron o no intención golpista, lo que queda claro es que si el equipo de María Corina Machado, organización a la cual, formalmente, pertenece Ledezma, debería tener una línea comunicacional acorde con la estrategia de la campaña.
Claro que es posible que sus declaraciones hayan estado dentro de una estrategia, pero lo que se escucha es que no, que fue por cuenta propia, y que fue “mal interpretado”. Si ella quiere llegar a la presidencia en 2024, o, así no lo logre, mantener una sólida estructura opositora, lo más importante será mostrar una organización interna fuerte que responda a una estrategia que marque un sentido de dirección claro y compartido.
Entre enero y mayo de 2019, el único vocero de la oposición fue Juan Guaidó, y ningún dirigente, de ningún partido se lanzó por su cuenta a hacer declaraciones, respetando una unidad de criterio. Luego vino el triste evento del distribuidor Altamira el 30 de abril, fecha a partir de la cual, cada dirigente se sintió con derecho a romper esa alineación, y salieron a atacar a Guaidó, comenzando desde ese momento su caída, suave al principio, y acelerada cuando la impaciencia se apoderó de ellos.
Es importante mirarse ahora en ese espejo, porque pueden aparecer muchos ledezmas declarando por su cuenta y ensuciando una campaña que hasta ahora, la oposición, llevó con transparencia y altura, sin insultos ni violencia, y mostrando una vocación democrática inquebrantable; soportando todo tipo de ataque, contando con el respaldo del estado.
Hay que aprender que, en estas circunstancias, con tantas amenazas previsibles, “calladitos, se ven más bonitos” … y dejar que la vocera única, sea MCM; y si alguien más debe hablar, que lo haga después de haber discutido los pros y los cons, con el equipo de campaña o con la sala situacional que aconsejo establecer.
Habría que mirar con atención lo que está ocurriendo en la sociedad argentina, que, en plena campaña electoral, el populismo peronista/kirchnerista ha ido perdiendo espacios en el segmento socio económico donde habían fundado su base de poder, que son los pobres, y los muy pobres… de hecho, cuanto más pobres, declaran en privado (pero que se filtra), es mejor para ellos porque la dependencia era tan fuerte, que los votos estaban seguros.
Pero los planes (nuestras misiones y bonos) se fueron quedando sin financiamiento, y el dinero y los beneficios que les llegaban, resultaron no ser suficientes para mantener esa fidelidad forzada. Porque estiraron tanto la cuerda que se cortó… perdieron la credibilidad y la confianza: ya no los quieren y eso es irreversible. Porque para esta campaña de las PASO regalaron bicicletas y juguetes, los cuales aceptaron (porque los necesitan), pero votaron por Milei.
Porque la base electoral fuerte de Milei, ganador absoluto de las PASO con 30% de los votos, mientras que Massa (kirchnerismo) sacó 21% y Bullrich 17%, fueron los jóvenes, y especialmente, los jóvenes pobres… que en Argentina son 6 de cada 10; sí… 6 de cada 10 jóvenes son pobres en Argentina.
Porque quienes, de un lado y de otro, tratan de minimizar esta victoria de Milei, dicen que fue “voto rabia” (“bronca” en argentino), y que para la elección lo van a pensar mejor y van a hacer el “voto racional”. Y están equivocados, porque en entrevistas con esas bases ellos le llaman “voto esperanza”. Tomaron conciencia de que de la forma que va el país, ellos nunca saldrían de la pobreza; porque el populismo cuasi comunista, los trata como pobres, para que sigan siendo pobres. Mientras que con Milei y con el mercado y el dólar, tienen una oportunidad de trabajar y ganarse su sustento. Y que nadie se los regale… que se lo ganen; y eso les gusta y les entusiasma.
Si en Venezuela nos miramos en ese espejo, el poquito tiempo que tuvimos mercado, libertad de precios, sin controles y circulación de dólares, nos fue mejor a todos. Incluso llegamos a bajar en 10 puntos la pobreza, cuando la utilización de planta industrial creció en 12%. Y ese es el camino: mercado, libertad económica, propiedad privada, seguridad jurídica y libre circulación del dólar en el sistema financiero; el bancario y el de capitales.
El fenómeno se está repitiendo aquí porque los clap están muy débiles en frecuencia y en contenido, y los bonos que se pagan son casi miserables. La credibilidad y la confianza, también se perdieron aquí, y por eso la gente está abandonando la apatía, porque no tienen nada que perder, y sí podrían tener mucho que ganar.
Esta nueva etapa gerencial en Pdvsa, post confesión de corrupción, a diferencia de las anteriores, sigue generando expectativas positivas, que habrá que esperar para ver si se concretan o si se quedan solo en eso… en expectativas. Y solo para dar una idea de base, que no está ocurriendo, habría que despolitizar y desideologizar la empresa, para regresarla a una organización profesional y técnica orientada al mercado, y considerando a las sanciones como una restricción de negocios.
El pasar del modo queja al modo acción proactiva, es una recomendación para Pdvsa, pero extensiva a todas las instancias de gobierno.
Uno de los indicadores de acción más importantes, está en la reestructuración interna de la empresa para llevarla a menos de un tercio del tamaño que tenía en el año 2.000, si tomamos el indicador de personas por bdp. El otro indicador será la preparación de un proyecto de modificación de la ley de hidrocarburos, o al menos, producir una reestructuración de fondo del modelo de negocios bajo el paraguas de la Ley Antibloqueo; que, como tiene solo alcance nacional sin impacto frente a terceros del exterior, como resultado del aislamiento causado por las sanciones, puede realmente funcionar como un sustituto transitorio de una modificación a la mencionada ley, que en algún momento tendrá que ocurrir.
Porque en realidad, la redimensión del modelo de negocios, que debería reflejarse en la organización y los procesos de Pdvsa, debe orientarse hacia tener una empresa más liviana, apoyada desde adentro solo en los procesos críticos y orientada a lo que se llama strategic outsourcing que incluye no solo a las actividades de apoyo, sino también a las actividades core.
Y dentro de la reestructuración/redimensión está el cambio estratégico que debe incluir la posibilidad de traspasar a la actividad privada segmentos completos del ciclo de negocios, buscando crear por esa vía un distanciamiento entre las figuras jurídicas sancionadas, y las privadas libres de sanciones.
Y es posible que el mercado de valores sea una de esas vías ofreciendo paquetes de acciones en el mercado para que diferentes actores tomen posición patrimonial -ya sean acciones comunes o acciones preferentes- la cual, tenemos que estar claros, son relaciones jurídicas institucionales, diferentes a las relaciones técnicas o de mercado.
La reputación es la percepción que los demás tienen sobre alguna persona, marca o institución y es el resultado de una construcción orgánica que incluye experiencias, consistencia, valores y principios. Casi siempre está vinculada con algún tema o ámbito específico y está cimentada en unas bases más amplias, cualquiera de las cuales, podría hacer que la reputación total, se derrumbe.
Si una empresa petrolera deja de pagar sus deudas, no solo se derrumba su reputación financiera, sino que arrastra al resto. Es un tema muy delicado, porque en su esencia no depende de uno mismo, sino de la percepción que tenga el entorno relevante. Y una reputación (o prestigio) construida consistentemente a lo largo de los años, puede destruirse en muy poco tiempo, si la combinación de razones objetivas (p.ej. no paga sus deudas o confiesa gigantesca corrupción), con la percepción del entorno (p. ej. está mal administrada), resultan en lo que se llama una mala reputación.
Lo cual pudiera significar pérdida de clientes, que no le den crédito, que no firmen acuerdos ni contratos, y que no consiga personal calificado. En definitiva, hay negocios en los cuales la reputación “es el negocio”. Lo anterior es extensivo a los países que cuando entran en la lista de los que hay que cuidarse, les puede tomar décadas recuperarse, aunque nunca lo logren totalmente.
No hay una Venezuela chavista y otra opositora. Venezuela es una sola, independientemente de quien esté en el gobierno, parlamento o gobernaciones y alcaldías. El daño reputacional que estamos sufriendo es de todos y para todos, más allá de que haya uno o más responsables por esa situación, a los que la historia castigará.
La reflexión anterior, que vengo haciéndola desde hace ya un tiempo, tiene la intención de llamar la atención sobre esta nueva etapa de gerencia de Pdvsa, que ha generado expectativas positivas sobre la posibilidad de su redimensión y puesta a punto en términos de una nueva morfología organizacional y de negocios, ya más apoyada en recursos de terceros, porque con los propios ya se vio que está muy limitada.
Y uno de los límites duros que debe ser considerado en esta etapa, es el aspecto reputacional, que debe ser tratado con prioridad, porque cada vez más, la percepción que el entorno tiene de Pdvsa, será parte de la posibilidad de que tenga éxito cualquier estrategia de negocios.
El otro tema que acaparó las noticias esta semana fue la reunión de los países Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en la cumbre en Johannesburgo; y el tema de agenda que más resaltó fue la expansión del grupo, con una lista de 23 países interesados. El leit motiv fue el sur global contra el occidente rico; nace con lo negativo de ir en contra de algo, y no está claro si está a favor de algo; buscando lo que ellos llaman “un cambio decisivo en el orden mundial global”.
Pero no todos los miembros fundadores (eran Bric, y posteriormente le agregaron la s por Suráfrica) están de acuerdo con el enfoque. Hay algunos que lo ven como un tema económico, y otros que lo politizaron de entrada. Y va a terminar como el Mercosur, que iba razonablemente bien, avanzando con dificultad, hasta que la política y la ideología de izquierda “metió la cola”, y hasta ahí llegó… vaya uno a saber si es rescatable tal como está, o si hay que hacerle cambios mayores, alejando a la política de los negocios. Y aquí, en este Brics incipiente, arrancaron con el pie equivocado.
India, Brasil y Sudáfrica no tienen ningún interés en perder influencia y tener nuevos problemas con los nuevos miembros. La India, no tiene mucho que buscar fuera de lo estrictamente económico, porque tiene un espacio propio, ganado a pulmón, y, lo más importante, tiene mejor futuro que sus otros cuatro socios, y ni que se diga, si se compara con Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes, Argentina, Irán y Etiopía. Dijeron: Dicen que «si todo el mundo trata de llevar a sus amigos al club, la heterogeneidad y las tensiones dentro de los Brics aumentarán».
Según el último informe de inversión Brics de la Organización de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) de abril de este año, su participación en la producción económica mundial aumentó de 18% a 26% entre 2010 y 2021.
Según el informe de la Unctad, tanto la tasa de crecimiento de las exportaciones internas Brics como el nivel de inversiones extranjeras directas en los países Brics están por encima del promedio mundial.
El crecimiento del grupo de los cinco está claramente dominado por el desarrollo de China, que es el mayor socio comercial de Brasil, Rusia y Sudáfrica. «China se está beneficiando del anti occidentalismo de los países Brics, lo que está provocando que muchos países del sur global se acerquen» a China; lo cual “es el objetivo que persigue Pekín con los Brics». China ha impulsado la expansión de los BRICS para aumentar su influencia política, mientras que India se ha opuesto a una rápida expansión del bloque.
Los Brics están lejos de ser una alianza funcional y de confianza, como es el caso entre los estados del G7. «Pero Pekín está, sobre todo, concentrado en contrarrestar funcionalmente a los estadounidenses».
Y en cuanto a la posición frente a Rusia, hay que notar que China, Brasil y la India se encuentran actualmente entre los mayores compradores de petróleo barato de Rusia, por lo que no participan en las sanciones contra Moscú, aumentando la desconfianza de Occidente. Están políticamente en contra de las sanciones, pero se benefician ampliamente del resultado de las sanciones.
«Moscú, a su vez, quiere aprovechar el impulso para traer a sus aliados al club, por ejemplo, Bielorrusia o Venezuela; para Putin, una ampliación de los países Brics ofrece la oportunidad de superar el aislamiento internacional”. Aunque Putin no participará porque la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto en su contra por crímenes de guerra en Ucrania.
En resumen, China es extremadamente importante para los Brics debido a su tamaño económico, su influencia política, su participación en el comercio internacional y su cooperación financiera. Su presencia dentro del grupo ha fortalecido la posición y la influencia de los Brics en el escenario mundial.
Aunque no debe desconocerse el impacto de la desaceleración de China, como el fenómeno en el cual el crecimiento económico del país se reduce en comparación con períodos anteriores. En el caso de China, este proceso ha sido llamado «nueva normalidad» por el gobierno chino, que busca un crecimiento más moderado pero sostenible, enfocándose en la calidad y eficiencia, así como en el consumo interno y los servicios. Hay que estar atentos a que la base en la que se apoya el Brics, que es China, pierda las espaldas como para soportar el peso del grupo.
El caso de China, si no se maneja con las lecciones aprendidas, podría convertirse en otra URSS, que en su momento ocupaba el espacio geo económico que hoy ocupa China.
Fuente: El Nacional