Con un año próximo a finalizar, la economía venezolana sigue enfrentando numerosos retos para alcanzar su recuperación. Así lo hizo saber el economista y estratega de negocios Benjamín Tripier, en el forochat del pasado 28 de septiembre, titulado “Perspectivas económicas para finales de 2023”, en el que participaron 581 lectores a través de WhatsApp.
Para Tripier, la economía nacional hacia finales de 2023 solamente habrá crecido entre 1 % y 2 %, aunque afirma que hay gran probabilidad de que no haya crecimiento alguno. Según sus estimaciones, los sectores de alimentación y medicina son los únicos que tendrán un crecimiento mayor, pues son rubros de primera necesidad que la población no puede dejar de consumir.
“La inflación seguirá aumentando, en ocasiones de forma más acelerada y en otras más lenta. Se estima que el acumulado anual será del 500 % y el tipo de cambio hacia finales de año alcance entre 50 y 70 bolívares por dólar”, aseguró el especialista.
Ante toda esta situación, Tripier considera quelos venezolanos deben internalizar algunas ideas para poder navegar en una economía inestable como esta. En su opinión, la clave pasa por saber dónde estamos como país y realizar los ajustes pertinentes para adaptarse a dicha realidad.
“En los últimos años, el país ha sufrido importantes transformaciones socioeconómicas y demográficas. Se estima que hay 26 millones de habitantes, perosolo 5 millones son económicamente activos y los que mueven el mercado”.
El economista apuntó que es relevante entender que la clase media ya no es la más importante del mercado venezolano, sino los sectores más bajos de la pirámide económica. La mayoría de la población entra en dicha caracterización, lo que hace necesario ajustar estrategias y organizar la producción de una forma diferente.
“Las cadenas de suministro nacionales deben adaptarse, pues están pensadas para cubrir a una clase media de gran tamaño, no a un país pequeño y empobrecido donde los precios bajos importan”, señaló el invitado.
Para Tripier, las presentaciones de los productos deben ajustarse a lo que el consumidor necesite y pueda pagar, una idea que acompañó con el siguiente ejemplo: “si una persona necesita 100 gramos de un producto y solamente se vende una presentación de 1 kilogramo, la compra no va a concretarse y tanto comprador como vendedor saldrán perdiendo”.
Con información de El Pitazo.