El Manneken Pis lucirá un vestido de mujer por primera vez
La pequeña estatua de un niño meón emblemática de Bélgica, el Manneken Pis, lucirá por primera vez en sus 400 años de historia un vestido de mujer, para celebrar el cincuenta aniversario del icónico diseño feminista «wrap dress» de la modista belgo-estadounidense Diane von Furstenberg.
La escultura del querubín ubicada en los aledaños de la Grand Place de Bruselas portará el famoso vestido cruzado el próximo 10 de octubre, en una ceremonia en la que participará el alcalde de Bruselas, Philippe Close, informaron hoy (02.10.2023) los organizadores, que describieron la estampa como «una declaración totalmente en sintonía con los tiempos».
«Símbolo del empoderamiento de la mujer, es el hilo conductor de la vida y del trabajo del estilista» Diane von Furstenberg, nacida en Bruselas en 1946 y ciudadana honorífica de la ciudad, agregaron.
Novedad estilística
La prenda que se pondrá el Manneken Pis, confeccionada en punto de seda con un estampado gráfico verde y blanco, está basada en un modelo original con escote en forma de «v» de los años setenta del pasado siglo, un icono de la moda y símbolo de la liberación de la mujer que popularizó Diane von Furstenberg.
Se trata de una novedad estilística para la célebre estatua, que habitualmente acomoda su atuendo a efemérides o sucesos notables y que ya se había visto arropado por la bandera arcoíris LGTBI+ y había homenajeado con ropa «punk-glam» en festival de artes «queer» Q.ARTz, pero que nunca antes había vestido de mujer.
Sí lo había hecho de bombero, de Drácula, de Obélix, de francés con boina y «baguette» de pan bajo el brazo, de peregrino xacobeo, de futbolista del Athletic de Bilbao, de jugador del Atlético de Madrid, de torero, de pastor catalán o de Papá Noel, como parte de un armario con un millar de disfraces que nace de una tradición que se remonta al siglo XVII.
El Manneken Piss luce cada año entre 20 y 30 nuevos vestidos, a petición de asociaciones, países o regiones cuyas solicitudes son examinadas por las autoridades. Tras el día en cuestión los disfraces pasan a formar parte del patrimonio de la ciudad de Bruselas y se exponen en el museo de la célebre obra de arte.
Fuente: DW – US LATM