El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó hoy que la «agresión occidental» contra Rusia es parte de una «cruzada de Estados Unidos y sus satélites» contra los países que defienden sus propios intereses.
«La agresión de Occidente contra Rusia es solo una parte de la cruzada de Estados Unidos y sus satélites contra cualquier miembro de la comunidad internacional que se muestre independiente y defienda sus intereses nacionales», dijo Lavrov en una conferencia internacional en Minsk.
Según la agencia TASS, el jefe de la diplomacia rusia destacó que salta a la vista el afán de Washington y sus aliados de crear un foco de tensión duradero en la región Asia-Pacífico, que Occidente declara abiertamente «zona de responsabilidad de la OTAN».
«Se promueven las llamadas estrategias del Indo-Pacífico, destinadas a contener a China, aislar a Rusia y a colapsar la arquitectura regional abierta e igualitaria basada en el consenso que se ha desarrollado en torno a la ASEAN (Asociación de Naciones de Asia Sudeste)», añadió Lavrov.
Según el ministro, Rusia no ve de momento perspectivas de diálogo con los países de Occidente.
«Mientras ellos, prácticamente la mayoría de ellos, se subordinen totalmente a Washington, no vemos ni se vislumbran perspectivas de un diálogo significativo con la gran mayoría de estos países», subrayó Lavrov.
Acusó a Occidente de destruir el sistema de medidas de confianza y de control de armamentos en Europa.
«Como resultado del despliegue avanzado de armas nucleares estadounidenses en varios países europeos y la implementación de las llamadas misiones nucleares conjuntas se crean mayores riesgos estratégicos», advirtió.
El ministro aseguró que los intentos de Ucrania de obtener determinadas garantía unilaterales de sus «amos occidentales» no tienen ningún futuro.
«Esto también muestra que el objetivo es dejar a Rusia y Bielorrusia al margen de los acuerdos que Occidente quiere pergeñar posteriormente en el continente», añadió.
Lavrov achacó a Washington la responsabilidad de la guerra en Ucrania al afirmar que «sin el estímulo directo de Estados Unidos Kiev no hubiera osado a tomar la senda de la destrucción de todo lo ruso: el idioma, la educación, los medios informativos, la cultura y la religión ortodoxa».
Fuente: EFE