Más de 100 mujeres exigieron este jueves información sobre el paradero de sus familiares que estaban presos en la cárcel venezolana de Tocuyito, ubicada en el estado Carabobo, y que fueron trasladados luego de una intervención gubernamental realizada el miércoles.
«¿Dónde está el marido mío?», gritaban algunas de ellas, que estaban divididas en dos grupos, cada uno en distintos accesos a la prisión que, según el gobierno, es la «más grande» y la que tenía la «mayor población», más de 2.000 presos, que fueron trasladados a otros centros penitenciarios.
Las familiares, algunas con niños en los brazos, pedían hablar con el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Remigio Ceballos, quien se encontraba en el lugar, y ver listas con los nombres de los reclusos y las prisiones a las que fueron enviados luego del operativo, en la que participaron más de 8.000 agentes de seguridad.
Dulce Querales, de 29 años, no sabe a dónde fue enviado su hermano, y los funcionarios a los que ha solicitado algún dato sobre su paradero «no quieren dar información», según contó la mujer a EFE.
«Todas las mujeres que estamos aquí no sabemos nada de nuestros familiares (…) porque las personas que están allá dentro no nos quieren dar información. Nos tienen aquí, esperando, sin dar nada de información. Necesitamos que ellos salgan y nos den el listado para (saber) dónde fueron cada uno de nuestros familiares, desde ayer no sabemos nada», dijo.
Querales, secundada por mujeres que estaban a su alrededor, pide a las autoridades que «se pongan en los zapatos» de ellas y -agregó- hagan público «el listado».
De acuerdo con Ceballos, los reclusos de Tocuyito «han sido trasladados» hacia otros centros, «algunos de manera temporal», mientras «se revisan sus procesos», para que los tribunales evalúen si se deben redefinir las «penas correspondientes».
La ministra del Servicio Penitenciario, Celsa Bautista, aseguró, vía X (antes Twitter), que la cartera de Estado que lidera está «trabajando para dar respuesta a las familias de los privados de libertad que se encontraban en este recinto».
Según el balance oficial, al menos 1.658 armas -158 de fuego y más de 1.500 blancas- fueron halladas en Tocuyito, así como «más de 12.000 cartuchos y sustancias estupefacientes y psicotrópicas».
Además, se desmantelaron «todas las estructuras criminales» que operaban en la prisión, donde «había un mecanismo de esclavitud nefasto».
Este operativo se desarrolló un mes después de la intervención de la cárcel de Tocorón, donde el gobierno desplegó a unos 11.000 agentes de seguridad, tras lo que fue desmantelada «totalmente» la organización criminal transnacional «Tren de Aragua», cuyo líder, Héctor Guerrero, alias «Niño Guerrero», todavía no ha sido capturado.
Con información de El Nacional