El Banco Central de Venezuela (BCV) realizó una pequeña extensión de su intervención cambiaria número 52, este viernes 29 de diciembre, con una venta de 10 millones de dólares a la banca en la última jornada hábil del año.
La tasa de colocación es de 39,90 bolívares por euro, equivalente a 35,93 bolívares por dólar que es la paridad oficial aplicable a todas las operaciones este 29 de diciembre.
En comparación con la jornada anterior, el incremento de esta cotización es de 0,25%, mientras que frente a la colocación original de esta intervención de 100 millones de dólares, el alza es de 1,06%.
El BCV decidió incrementar el esfuerzo para contener el avance de la divisa estadounidense en esta última semana del año, debido a que se observaron mayores presiones sobre los precios en el mercado.
En consecuencia, hay que corregir el monto de diciembre que cierra con un acumulado de 540 millones de dólares vendidos por el BCV a los bancos, que sigue siendo el segundo más elevado del año tras los 578 millones colocados en octubre.
A pesar de las presiones de última hora, el comportamiento del mercado sigue siendo estable. En los últimos siete días, el tipo de cambio oficial acumula un alza de 0,34% y en lo que va de diciembre, el aumento es de 1,18%, como resultado de la aceleración de la última jornada.
Al cierre del año, el tipo de cambio de intervención acumuló un alza de 123,40%. Este ejercicio anual fue evidentemente mucho más tranquilo que el de 2022, cuando la paridad de intervención subió 246,12%.
El 2023 termina con un monto de intervención cambiaria de 4.799 millones de dólares, 11,13% inferior a los 5.400 millones que el BCV debió colocar en 2022, cuando hubo severos problemas de inestabilidad cambiaria en agosto y octubre.
Una diferencia importante en la estrategia es que desde el inicio del año, el Banco Central ejecutó una estrategia de incrementos regulados del precio del dólar, mientras que en 2022 apostó claramente por una política de anclaje en el primer trimestre cuando el tipo de cambio retrocedió.
Por otra parte, el alivio de las sanciones petroleras y la presencia de la petrolera estadounidense Chevron como oferente en el mercado permitió que el BCV tuviera la holgura necesaria para administrar el flujo de dólares dirigidos a la banca.
A pesar de que el monto en 2023 fue inferior al de 2022, algunos economistas insisten en que la intervención cambiaria es una política costosa que genera una apreciación artificial del tipo de cambio; sin embargo, vistos los resultados, luce muy poco probable un cambio de estrategia por parte del Banco Central de Venezuela en 2024.
Lo que sí se avizora en el horizonte son más dificultades para mantener el clima de estabilidad en el mercado cambiario, debido al clima político electoral que marcará al próximo año, cuando es probable que se observe un mayor incremento del gasto público y más presiones para incrementar la emisión monetaria.
Con información de Banca y Negocios