Presidente de Venezuela dice que confía en que Guyana vuelva al diálogo para resolver disputa

El presidente Nicolás Maduro afirmó el viernes que está convencido que con sus acciones y el apoyo de los venezolanos Guyana tendrá que sentarse a discutir directamente con Venezuela sobre la disputa territorial, al margen de la Corte Internacional de Justicia.

Venezuela y Guyana se disputan el denominado Esequibo, un territorio continental de unos 159.500 kilómetros cuadrados (61.600 millas cuadradas) que los venezolanos reclaman como suyo desde 1897, puesto que esa región estaba bajo su jurisdicción durante la colonia española. El territorio es rico en petróleo, gas, oro, entre otros recursos naturales.

Guyana, junto con la ExxonMobil —firma internacional a la que el gobierno de Georgetown otorgó en 2017 su primera licencia para extraer petróleo y gas frente a las costas del territorio en disputa— se “tendrán que sentar con nosotros cara a cara, más temprano que tarde, sobre todo después de la voz del pueblo expresada (en el referendo) el 3 de diciembre”, señaló Maduro frente al palacio de gobierno ante cientos de seguidores que marcharon por el centro de la capital en apoyo al mandatario.

Maduro aseguró que Venezuela siempre buscó el diálogo directo con Guyana, pero señaló que esa nación abandonó las negociaciones y empezó a repartir licencias para explorar y explotar petróleos en “nuestros mares y el mar por delimitar, y amenazaron con poner una base militar del Comando Sur allí de la Guayana Esequiba (en el Esequibo), ¿Qué teníamos que hacer nosotros? Hacernos los locos, acobardarnos, quedarnos callados”.

En el acto Maduro suscribió una serie de decretos entre los que destaca uno que dispone que “de inmediato” se proceda “a conceder las licencias operativas” para la exploración y explotación de petróleo, gas y minas en todo el área en reclamación; otro que crea las filiales locales de Corporación Estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y de Corporación Venezolana de Guayana.

Esta última es un conglomerado de empresas mineras —hierro, bauxita, oro y diamantes, entre otros recursos— localizadas del lado venezolano en el estado Bolívar, limítrofe con Guyana.

El gobernante venezolano insistió que en el referendo del 3 diciembre recibió el mandato de continuar con la postura de Venezuela de resolver el litigio mediante negociaciones en el marco del llamado Acuerdo de Ginebra, suscrito con Reino Unido el 17 de febrero de 1966, justo 98 días antes de lograr su independencia. En ese entonces, Londres reconoció el reclamo de Venezuela, abriendo la posibilidad de encontrar un arreglo diplomático y satisfactorio para las partes.

En 2016, el ahora ex secretario general de la ONU Ban Ki-moon reforzó el proceso de buenos oficios, que se remontaba a 1990, y advirtió entonces que si para finales de 2017 no se daba un avance importante en el caso del Esequibo, debería llevarse ante la Corte Internacional de Justicia. Ese día finalmente llegó.

En 2018, Guyana inició una demanda ante la CIJ para que ratifique el fallo de 1899, cuando Guyana era una colonia británica en la región. En abril, la Corte emitió una sentencia contra Venezuela y se declaró competente para seguir con el caso.

Venezuela insiste en no reconocer al máximo tribunal de Naciones Unidas como medio de resolución de la disputa.

“Con el Acuerdo de Ginebra todo, con la Corte Internacional de Justicia nada. Que lo oiga el mundo”, señaló Maduro.

No está claro cómo pretende la administración de Maduro concretar la idea de ejercer jurisdicción sobre ese territorio. De momento está pendiente de que se declare oficialmente al Esequibo como parte de Venezuela mediante una ley orgánica que está siendo discutida por la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo.

Con información de Independent en Español

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